Cap/4

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Hacía días que no tenía al azabache en su casa, en su habitación donde ahora se encontraban. Después de esos últimos mensajes los minutos corrieron rapidamente y luego recibió la visita de Jungkook, quién había llegado con un bolso y vestido de negro, Taehyung está seguro que él solo se colocó un abrigo y guardó apenas unas cositas. Jungkook tenía una moto así que no se preocupó en llegar a él en pijama.

Ahora, ambos se habían perdido en una plática básica hasta que el silencio reinó luego de no saber que más decirse.

Jungkook sólo observaba los bellos ojos de Taehyung, su cabello oscuro despeinado, en pijama de colores suaves celestes y blanco. Tan precioso como él mismo lo sabe.

—¿Qué hice mal? —se atrevió a preguntar de una vez antes que el silencio los llevara a una incomodidad aunque no lo cree, así estén molestos con el otro; jamás estaría incómodo con la presencia del chico y, Taehyung piensa igual.

—Ya te dije que nada —admitió— sabes que no hiciste nada malo, kookie.

—Algo debió ser, claro que sí porque no estarías ignorando mis mensajes, presencia y todo eso.

—Se que no debo estar siempre, kookie.

—Oh, cállate —Jungkook frunció el entrecejo y se acercó al otro. Ambos están sobre la cama, sentados con las piernas cruzadas— Jimin sabe todo de ti y yo apenas se que estás bien porque te veo, ¿Hice mal? Si. Pero quiero que me lo digas. .

—Eres increíble, ya te dije que no hiciste nada malo, conoces mis actitudes y luego pienso bien que... Tks, se que es mi culpa que no hablemos nada, a veces me entiendo poco y quiero disculparme por eso.

—No me dirás las razones.

—No hay razones para culparte, kookie —acarició su mejilla con ternura y se mordió el labio inferior al tener la mirada del azabache sobre sus ojos— discúlpame, por favor.

Jungkook cerró los ojos, posando su mano sobre la de Taehyung, la cual seguía sobre su mejilla y llevó sus labios y besó su palma para luego jalar de su mano para que él chico se acercara más. El menor se sostuvo de su mano libre sobre la cama por no caer por completo sobre el cuerpo de Jungkook.

—Quiero más que nada tu sinceridad aunque me digas que no es mi culpa, sabes muy bien que me importas más de lo que he admitido, Taehyung —se dió el atrevimiento de tocar su rostro, pasando sus dedos por la extensión de su cuello y hombro descubierto por la posición— Me dirás.

Taehyung lo observó atentamente, recibiendo los toques sobre su piel, su otra mano seguía envuelta entre los dedos de Jungkook, así que, salir corriendo no es una opción en ese momento.

—Me molesta que tu atención no esté en mi, me molesta crearme ideas negativas y positivas antes y después de que alguien más llegara. Son tantas cosas y me confunde todo también —Se relamió los labios— Aunque lo que más me molesta es que coquetees conmigo porque me ilusiono. Y me dejas esas cartas ¿De amor? No sé pero porque no lo dices de frente.

Jungkook lo mira mordiéndose el labio inferior. Con un cosquilleo en su piel, su corazón bombeando rapidamente y joder, no sabe cómo explicarlo pero.

—¿Cómo sabías que era yo el de las cartas?

Taehyung sonrió para acercarse más y acomodarse sobre el regazo del azabache, sin perder el contacto visual.

—Lo sé y ya. ¿Quién más puede decir cosas tan íntimas? Nadie, solo tú, idiota.

—No me culpes, son reales aquellas palabras.

—Entonces  ¿Por qué alguien más está acaparando tu atención, Jungkook?

Jungkook se alejó un poco, su atención pasando a analizar la expresión de disgusto que Taehyung mostraba en ese momento.

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