La noche más larga

Uam

Cuando salí de mi casa sentí que algo no andaba, no lo sé, simplemente lo sentí, no estaba seguro si era solo yo el que me así o eran también los demás, no quise preguntarle a Mau, porque seguramente lo iba a sacar de sus casillas, con todo el tiempo que lo hice esperar y ahora con mis preguntas, "mejor no le pregunto nada", pensé. En fin, cuando llegamos a la fiesta yo seguía sintiendo la misma extraña sensación, para ser más exactos, esta sensación era como si algo no estuviese en su lugar, no lo sé, era muy extraña. Seguía preguntándome que era esa sensación, hasta que del otro lado del lugar, pude ver a Renata, era como si una luz llamara mi atención junto a donde estaba ella, no dejaba de verla, y ella no sabía que la estaba viendo así que la pude ver más tiempo. Fui a buscar algo de tomar y cuando regresé ella ya no estaba, comencé a buscarla por todo el lugar, entonces hoy como alguien pronunció mi nombre:
- ¿Roger? ¿A quién buscas?, jaja
- ¡Renata!, wow, no esperaba verte aquí, bueno... bueno si, pero...
- Jaja, ya calla, me dijo Laura que tal vez te podía ver aquí así que vine... tu... ¿Tu igual querías verme?
- Claro que si, de hecho, no hay un día en el que no quiera verte...
Renata y yo seguimos hablando y cada palabra que decía era como una hermosa melodía que salía de su boca. Las horas pasaban, y es que en verdad no sentía el tiempo mientras hablaba con Renata. Pasó un momento y escuche que Mau gritó mi nombre, por un momento creí que ya estaba algo borracho, así que fui con el, me despedí de Renata... como lamento haber hecho eso.
Cuando fui con Mau, el estaba lleno de sangre, yo creía que era una broma, pero, no parecía, todo fue tan rápido, no pude preguntarle que le había pasado, solo nos subimos al auto junto con Fabio, quien también estaba muy confundido. Mau aceleró tan rápido que ni siquiera me dio tiempo de cerrar la puerta y casi salgo volando.
- Mau, ¿Qué chingados?
- Cállate, Roger, ¿quieres?, cállate...
- Fabio, ¿dile algo?, Mau, ¿Por qué estás manchado de sangre? ¿Qué hiciste Mauricio?
- Callate, con una chingada, ¡Solo cállate!

Mau seguía manejando, se metía por calles, calles y más calles, por un momento creí que no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba haciendo. Mau no era así, algo le había pasado, las manchas de sangre lo decían todo, hizo algo o algo le pasó, pero, el no es así. Mau es un chavo muy distinto, el siempre se ríe y siempre es buena persona con todos, el es el popular, al que todos recurren cuando no saben que hacer, es el amigo que siempre está para ti en las buenas y en las malas, siempre te apoya... Pero parecía que ese Mau buena onda había desaparecido por un momento. Nos detuvimos en una calle que nunca había visto, ni por equivocación, pero Mau seguía aferrado al volante, de pronto Mau comenzó a llorar y a lamentarse...

- Mau, ¿qué pasó?, por favor