Todo iba viento en popa. Se pasaban el día pegados el uno al otro, hasta hicieron un concurso de fotos en la universidad y alguien presentó una foto donde aparecían Juan y Ana en el césped de la universidad. Ana estaba tumbada en el césped y Juan encima sentado sobre su tripa con las piernas dobladas y sujetándole los brazos pegados al césped. Cuando Ana vio la foto se enfadó muchísimo porque les habían hecho una foto sin su consentimiento pero tenía que reconocer que la foto era preciosa. Ana mostraba una sonrisa de oreja a oreja y aunque parecía que Juan la sujetaba a la fuerza para que no se levantará, se percibía perfectamente la complicidad y conexión que existía entre ellos.
Los problemas no tardaron en llegar. Un día Ana se fue a clase y Juan se quedó solo en El Trébol ya que la asignatura la tenía aprobada del curso anterior.
No tardaron en aparecer por allí Lola y Lucas, dos amigos de la panda, ya que ahora las amistades eran comunes. Eran pareja, Lucas era el típico sabelotodo al que si le hablaban de galgos entendía de galgos.
Al ver a Juan solo le saludaron y se sentaron con él.
- Hola Juan- dijo Lucas. ¿No está Ana contigo?
Juan les explicó que él no tenía esa asignatura y aprovechando que estaba solo le advirtieron de un par de cosas.
-No sé si sabes que Ana terminó la relación con Pedro con muy poca clase, le dejó por carta -Contó Lucas que era el que llevaba la voz cantante, Lola solo asentía a todo que iba diciendo su novio. -Además Ana es muy diferente a ti, so suele hablar más que trivialidades, no encaja para nada contigo.
Juan les contestó que Ana había dejado a Pedro por carta, que ella misma se lo había contado y que él no consideraba a Ana de la forma que ellos describían.
Tras darle unos cuantos consejitos más como si de la pareja perfecta se tratara se despidieron de Juan.
Ana no sabía el porqué de que la mayoría pensaba que era tan poco inteligente. Bueno en realidad sí lo sabía, a ella no le gustaba discutir con nadie, nunca hablaba de política ni temas serios para no entrar en rifi rafes con los que tuvieran ideas contrarias a ella. Quizá por eso casi todos pensaba que sus conversaciones eran una basura.Cuando Juan le contó la conversación que había tenido con Lola y Lucas, se enfadó y pensó en aclararles que había explicado a Pedro las cosas en persona, pero una vez más por no entrar en movidas, pensó que no merecía la pena explicar nada y podían pensar lo que quisieran.
También le había dicho que él confiaba en Lola pero siempre con un piloto encendido. Cómo le hubiera gustado a Ana decirle que su piloto estaba fundido, puesto que Lola había quedado con su ex semanas atrás y se habían enrollado. Prácticamente lo sabía toda la panda.
Dos semanas más tarde, a la hora de la comida que era de 13h a 15h, Juan se fue a clase de inglés y Ana se quedó en el césped con el resto de amigos.
Pedro, que desde que le explicara en persona los motivos por los que le había dejado no quiso volver a hablarle, de repente ese día como si no hubieran pasado los meses le pregunto que tal le iba con Juan, a lo que Ana le contestó que muy bien, pero él le dijo que no lo veía así y que no parecía feliz. Ana le dijo que estaba todo perfectamente y zanjó la conversación.
Cuando Juan salió de inglés fue a buscar a Ana y se la comió a besos como hacía normalmente, era fácil que se dieran mil besos al día.
Le preguntó que había hecho y Ana le dijo que había estado con el resto de la panda sin mencionar la conversación con Pedro, puesto que pensó que si le contaba lo que le había dicho sería capaz de decirle algo y no quería problemas, era darle a Pedro más importancia de la que tenía y que pensará que Juan podía sentir celos de él.
En el transcurso del día Ana notó raro a Juan puesto que volvió a preguntarle varias veces por lo que había hecho mientras había estado en inglés. Volvió a contarle lo mismo, le pidió que le jurara por su padre que no había pasado nada más. El padre de Ana había muerto cuando ella tenía tres años y era muy importante para ella, siempre pensó que si su padre no hubiera muerto su vida hubiera sido muy distinta, desde que murió su padre sus abuelos vinieron a vivir con su madre, su hermana y ella y en su casa siempre había habido que mantener una mentalidad con bastantes generaciones de diferencia a la actual. Siempre viviendo de aparentar lo que no era, así que cuando Juan le pidió que se lo jurara por su padre, con todo el dolor de su corazón y como una niña de diez años, cruzó los dedos y lo hizo. Prefirió eso a que Juan fuera a darle una ostia a Pedro si le contaba que le había dicho que la veía feliz con él. Ana y su puta manía de querer evitar discusiones...Hasta que Juan explotó y le dijo:
-Mira, te voy a contar yo lo que ha pasado. Hoy no ha venido la profesora de inglés, no he tenido clase, he salido a la ventana y te he visto hablando con Pedro, lo que no sé es porque me lo has ocultado y hasta me lo has jurado por tu padre que es tan importante para ti, así que no voy a seguir saliendo con una persona tan mentirosa como tú.
A Ana se le vino el mundo encima, llevaba poco tiempo con Juan, pero se había convertido en alguien muy importante para ella y no podía soportar estar sin él.
Juan se dió la vuelta para irse y en ese momento a Ana se le hizo un nudo en el estómago que le empezó a provocar náuseas de la ansiedad que tenía...Juan la miró y le dijo que iban a tomar una manzanilla. Ana le dijo que no hacía falta que podía dejarla sola y todavía hoy recuerda las palabras de Juan: "eso no se lo hago yo ni a un perro".
Fueron a tomar la manzanilla y Ana más calmada le contó lo que la había llevado a tomar la decisión de contarle nada sobre Pedro.
Juan la creyó o quiso creerla porque realmente la quería mucho.
Todavía es hoy que Juan se pregunta si tomó la decisión correcta, pues de haberla dejado se habría ahorrado mucho sufrimiento.
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Con amor todo se supera
RomanceTras 19 años de relación con su marido, su historia de amor da un giro dramático. Tendremos que cometer errores y hacer sufrir a quien más se quiere para darte cuenta del profundo amor que sientes?