1 - Perdido

871 39 3
                                    

El suelo era blando y podía sentir el sol golpeándole el cuerpo dolorido. Abrió los ojos, parpadeando bajo el resplandor, y se tapó la cara con una mano para protegerse del intenso calor.

Se encontró con las espesas copas de los árboles y la dulce brisa veraniega que agitaba las hojas. La escena le resultaba familiar.

Poco a poco se incorporó y se apoyó en las manos.

"Debo asegurarme de mi posición".

Realizó una inspección visual de su atuendo. Su chaqueta estaba rota y hecha jirones, con las mangas desprendidas por los codos. Los pantalones estaban rotos por los tobillos. La parte trasera de la ropa estaba cubierta de barro y suciedad, lo que indicaba que había estado tumbado en el suelo.

Observó movimiento cerca de los arbustos. Parecía un ciervo, lo que le hizo pensar en la posibilidad de que estuviera cerca del complejo de Nara.

Se frotó la nuca, sintiendo un ligero dolor sordo y punzante.

Se incorporó y observó la zona con más detenimiento.

Sus ojos azul cerúleo observaron el bosque con silenciosa fascinación, embelesados por la hermosa vista del verdor. Sin embargo, lo que más le llamó la atención fue el tamaño de los árboles. Eran de una altura y un grosor considerables, y proyectaban grandes sombras a lo lejos y a lo ancho.

Una sensación de familiaridad le invadió mientras observaba la escena. Fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba ante el Bosque de la Muerte. Este bosque tenía un parecido asombroso con el que había visto anteriormente, durante la segunda fase de los Exámenes Chuunin. Sin embargo, también había notables diferencias en la atmósfera.

Se arrodilló sobre la rodilla derecha y apoyó los dedos índice y corazón en el suelo. Empezó a acumular sus agotadas reservas de chakra, experimentando la familiar sensación de calor. Envió una minúscula cantidad de chakra a través de su brazo hasta el suelo, donde se disipó. Esta acción dio lugar a una onda de energía que recorrió el terreno.

Enarcó una ceja, ligeramente sorprendido. "Eso es bastante inusual".

El pulso de energía no había registrado a ningún individuo o animal cercano.

Su atención volvió a centrarse en la zona donde había observado al ciervo. Su presencia seguía siendo evidente y podía distinguir su silueta a lo lejos, descansando sobre unas bayas que crecían entre los arbustos.

Se trataba de un hecho insólito. Era un hecho ampliamente aceptado que todos los seres vivos necesitaban chakra para sobrevivir. La cantidad era insignificante, pero resultaba esencial.

Hizo un resumen de su comprensión actual del chakra. El chakra de cada persona es único y, como tal, cada individuo tiene una firma de chakra distinta. Es análoga a una huella dactilar. Además, las firmas de chakra se heredan genéticamente, lo que permite identificar a los miembros de un clan. La absorción de ADN de varios individuos puede alterar la composición de la firma chakra de una persona, ya que la combinación de varias firmas crea una nueva. Sin embargo, no hay casos documentados de ausencia total de chakra.

Se frotó la frente con frustración. Estos pensamientos eran improductivos y podían esperar hasta que llegara a casa. Había asuntos más urgentes que atender.

Cubrió las plantas de sus pies con una capa de chakra y procedió a trepar a un árbol cercano para comprender mejor su ubicación actual.

Al llegar a la cima, contempló la vasta extensión del bosque y observó la ausencia de signos visibles de asentamientos humanos en los alrededores.

"Esto es lamentable", dijo, mordiéndose el labio con ligera frustración.

Esto no era Konoha. Conocía perfectamente el trazado de Konoha y sus alrededores. Había pasado gran parte de su juventud recorriendo los bosques e investigando. Si esto no era Konoha, entonces no estaba seguro de su ubicación actual.

Naruto - Shinobi no KabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora