𝐌𝐞𝐫𝐚𝐤𝐢

1. Lo mejor es separarnos

Andrés guardo su libreta junto a la laptop para bajar rápidamente a desayunar y de ahí ir a su clase, no fue difícil saber que nuevamente tendría que desayunar solo como los últimos 6 años.

-La señora Sarita salió bien temprano a montar y el señor Franco se fue para las oficinas hace media hora - Informó Irene mientras le servía el jugo de naranja

-Muchas gracias Irene - Agradeció

-Joven recuerde que hoy entregan su camioneta - Le recuerda la mujer

Desayuno mientras escuchaba algo de las noticias en su celular, mientras terminaba de cepillarse su nana lo llamó para que Gonzalo el capataz de la hacienda lo pudiera llevar al pueblo como lo hacía desde hace 10 años.

(....)

Corrió con toda la fuerza que sus piernas le dejaban, amaba el deporte y claramente la competencia, aunque boba de la clase, la hacía feliz, no le importaba que algunos mechones se le pegaran al rostro, que este se pusiera de un rojo tan parecido al de un tomate y que sintiera que se le iba el aire si al final quedaba entre los primeros puestos.

-Muchas felicitaciones Catalina, te luciste - La felicito su maestra cuando después de medir los tiempos, las distancias y la cantidad de vueltas que dieron terminó ganando

-Gracias profe - Agradeció buscando su botella de agua que por su descuido había terminado debajo de las gradas del patio

-¡¡LINA!! - La llamo su amiga

-Dime - Respondió dando la vuelta

-Espero te guste - Dijo la niña entregándole una bolsa de regalo

-¿Qué es esto Ale? - Pregunto recibiendo el presente

-Me di cuenta que lo querías el día que fuimos a la feria del pueblo y quise dártelo, y será mejor ese que traer el agua en una de las botellas que recoges cuando vas para tu casa - Comento Alejandra

Catalina le dio un abrazo a su amiga y abrió con sumo cuidado la bolsa sacando un termo motivacional color rosa, junto a una foto con su amiga, era la primera vez que recibía un detalle de ese calibre pues para nadie era un secreto que estudiaba en aquel colegio gracias a que una de sus vecinas le había ayudado a conseguir el cupo hace unos meses cuando nuevamente ella y su madre habían llegado a este nuevo lugar, porque su progenitora había quedado sin empleo cuando sus patrones se fueron de la ciudad.

-No tengo como pagarte esto - Confesó la joven

-No te lo estoy cobrando, te lo doy con todo el amor del mundo - Aclara

-¡Oye Catalina Gutiérrez! - Llamó otra joven acercándose

-Dime - Respondió la joven

-¿Estás segura que no eres adoptada? - Pregunto - No me lo tomes a mal pero no pareces hija de tu madre, aunque ella es blanca, tú eres diferente, eres ojiverde, con un cabello castaño claro y tienes un porte de niña rica

-Déjala en paz - Ordena Alejandra

(...)

Termino de guardar los últimos papeles que debía firmar para que su secretaria se los llevará, al igual que otros días mantenía la misma rutina, la rutina de huir de casa después de que su esposa se fuera y antes de que su hijo bajará a desayunar y llegar tarde en la noche cuando ya dormían, estaba agotado pero no había forma de que las cosas cambiarán, llevaban 13 años buscando a Gaby y no tenían pistas de un posible paradero, aquella mujer que la había robado cambiaba de imagen como de residencia que se les hacía imposible, maldecía el día que por querer ayudarla había metido al enemigo en su casa.