Capitulo 3 -Caballero-

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Ya habían pasado 6 días desde que estaba en aquella celda y el trato había sido increíble para Korra, le daban comida tres veces es al día, cosa que no disfrutaba hace años, eran máximo dos comidas si tenía suerte. Y si bien los guardias de vez en cuando le decían una que otra cosa hiriente por su estado económico, a ella solo le importaba disfrutar sus comidas, que eran solo sobras que tenían guardadas hace días y ni si quiera las calentaban, pero eso era más que suficiente para aquella alfa.

No había obtenido información sobre si el rey la mandaría a matar o hacia cualquier cosa con ella, cuando le preguntaba a los caballeros, solo le decían que callara y esperara a que ellos le informaran, cosa que le estresó un poco, aunque llevaba apenas poco tiempo en ese lugar, era aburrido solo dibujar cosas en la pared con la suciedad de sus manos, hacer algún ejercicio, hablarle al guardia que cuidaba su celda aunque este la ignorara o le hiciera callar, trepar la reja solo por diversión, dormir, entre otras. Korra era una chica que debía estar en constante movimiento mientras estuviera despierta, también alguien demasiado impaciente, cosa que irritaba al guardia que cuidaba de ella, pues era el único después de sus padres que veía el lado sociable de la morena, ya que solo hablaba con personas por una discusión, pedir comida o responder si le preguntaban algo en la calle, en conclusión, solo hablaba con alguien de ser extremadamente necesario.

-Oye, cuéntame, ¿qué te gusta hacer en tu tiempo libre?-Le preguntó la alfa al guardia mientras metía su cabeza por donde podía entre las rejas, tratando de observar al guardia desde un mal ángulo.-

-El guardia suspiró pesadamente, a pesar de ya haberse acostumbrado un poco a la imperatividad de la chica, aún era frustrante lidiar con ella.-Duermo, como y me echo un baño.-Respondió de forma seca.-

-Vaya, qué aburrido, yo peleo con borrachos, hago ejercicio, voy a beber, robo, que es por eso que estoy aquí y duermo... los baños son difíciles de encontrar, como no tengo casa me meto a la casa de los demás, obvio de mi sociedad, no te vayas a enojar, me doy una ducha en su baño y salgo como si nada. Una vez, un dueño tenía un perro súper bravo y me mordió el brazo, me dejó cicatriz, mira.-Sacó su brazo por las barras de platino, guiando su antebrazo hacia el guardia para que tenga mejor visión.-Es esta, no espera, creo que es... ¡esta!, sí, es esa, estos dos círculos grandes son los colmillos y los demás los dientes.-Mostró feliz al guardia señalando lo dicho, este se sorprendió por las cicatrices que tenía, eran varias, unas resaltaban más que las otras, más grande, más pequeña, más notoria, menos notoria. Sintió algo de pena por la chica al ver varias, no tan grandes, pero sí una que resaltaba entre las demás, desde la muñeca hasta el costado del codo.-

-Veo que tienes muchas, ¿cómo te haces tantas? Yo llevo diez años trabajando para el rey y creo tener menos cicatrices que tú en los brazos.-Por fin se atrevió a conversar el guardia.-

-Bueno, la mayoría son por peleas callejeras, cuando me atrapan en persecuciones, peleas con borrachos o otras aparecieron sin darne cuenta, aunque esta larga es por el accidente.-Respondió señalando la cicatriz más grande.-

-¿Accidente?, ¿Qué clase de accidente?-

-Bueno, no fue un accidente como tal, me gusta llamarlo así, pero en realidad fue... a propósito por así decirlo.-Se rascó la nuca nerviosa.-Escucha, cuando tenía seis años, mis padres y yo fuimos a comprar comida porque ya se nos había acabado, de una vez te digo que mi padre era demasiado temperamental y no se sabía controlar. Bueno, salimos de casa, fuimos a la típica tienda de siempre, era muy tranquilo, pero mi papá tenía que arruinarlo, en la tienda habían guardias del rey por alguna razón, estaban deteniendo a algún sujeto o algo, no sabría decirte qué hacían, pero no dejaban entrar a la tienda, cosa que a mi padre le molestó demasiado, les empezó a gritar insultos y ofensas hacia ellos y los reyes.-Suspiró al recordar lo que seguía.-Los guardias trataron de tranquilizarlo por las buenas, pero empezó a agredirlos, intentaron arrestarlo, pero fue en vano, mi padre era muy musculoso y medía al rededor de dos metros, por lo que superaba a muchos de esos guardias, así que, fue atravesado por una de sus espadas.-

 (Korrasami Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora