(Korrasami Omegaverse)

Capitulo 2 -Comida-

La alfa se encontraba hambrienta, no había comido en todo el día y ya eran las 5 de la tarde. Quiso ir a robar de nuevo comida en su tienda favorita, pero para su mala suerte, los mismos guardias del día anterior ahora se encontraban armados.

-¿Tanto me odian?-Exclamó ante la escena que estaba viendo, todos los guardias con la guardia alta esperando a algún delincuente que quiera robar, estaban incluso tres de ellos adentro y los otros tres afuera, caminando por todo lugar cerca de la tienda.

Dió un gran y cansado suspiro y decidió hacer algo que no hacía hace tiempo, buscar comida en la basura, pero todos ahí no desperdiciaban la comida, al ser de escasos recursos, la aprovechaban al máximo, por lo que no quedaban sobras aparte de huesos de algún pollo u otro animal. Si hallaba algo, estaba podrido, con hongos y gusanos, imposible de digerir. Tres horas pasó buscando comida, no encontró absolutamente nada, ni un pan tieso de hace 2 semanas, nada, ya había obscurecido y la joven no había digerido más que agua.

-No aguanto el hambre, creo que viene siendo hora de ir al lado de los fresitas.-Se dijo a sí misma frustrada, entrar ahí era extremadamente peligroso, estaba completamente lleno de guardias del Rey, revisando que las sociedades estuvieran divididas, pero para su fortuna, ya había entrado ahí múltiples veces y nadie la había atrapado aún, pero por la cantidad de caballeros que había, era obvio que no pasaría desapercibida.

Una vez lograron atraparla y casi logran ver su rostro, de no ser por sus avanzadas habilidades en el combate y su fuerza bruta, hubiese sido decapitada por hacer caso omiso a las órdenes del Rey y la Reina. Por ello, se había ganado cierta "fama" en aquel lugar, no de la buena, pues unos decían que era una criminal peligrosa, otros que era una muerta de hambre y otros que era una vil ladrona. De vez en cuando se hablaba de ella por los habitantes de esa zona, incluso por los caballeros del Rey, quien ya sabía de su existencia, y pensaba cosas no muy buenas de ella.

La alfa se dirigió a uno de los muros que separaban las sociedades, agarrándose con sus fuertes manos y apoyándose un poco con los pies, quedando solo la cabeza arriba para inspeccionar la zona en la que iba a entrar. Se dió cuenta de que era un callejón solitario y obscuro, por lo que se trepó y cayó lo más ligeramente que pudo. Se asomó a una de las esquinas del callejón y divisó la calle, aún pasaban muchas personas, en esa parte de la sociedad, al ser personas con vida mucho más satisfactoria a comparación con la otra parte del reino, las familias salían aún por las noches, todo iluminado con faroles y alguna que otra persona tenía uno en mano. Decidió esperar en aquel callejón escondida a que se hiciera más noche y poder ir a invadir algunos sacos de basura. Mientras esperaba, buscó un poco en el callejón en el que se encontraba, encontró una papa a punto de descomponerse, la intentó tomar, pero el saco se dobló por la posición y dejo rodar la papa a la calle, cuyo lamentable destino, fue en el pie de un caballero del Rey que patrullaba por esa zona.

-Oh...-Fue lo único que emitió su boca cuando el caballero fijó su mirada a la alfa, que rápidamente quiso trepar nuevamente el muro, pero fue agarrada por el caballero y jalada nuevamente abajo, empezando una especie de forcejeo.

-¡Suficiente, ladrona!, obedece a las tropas del Rey o sufrirás las consecuencias.-Advirtió el cabellero tratando de sujetar a la alfa, atrayendo miradas, la mayoría de otros guardias del Rey que iban en la ayuda de su compañero.

La joven se desesperó al ver a más acercándose, así que alzó sus pies al aire, aprovechando que el caballero la sostenía firmemente, solo bastó estirar los pies con fuerza, pues el callejón era estrecho, impulsándose de la pared y provocando que aquel hombre se golpeara quedando aturdido, soltando a la alfa y esta logrando correr por las calles de esa sociedad.