El nuevo hotel Hazbin! (version español)

Uniendonos

(perdonen si tiene errores de escrito, no escribo muy bien el espanol, la historia original es mia pero en ingles, por lo que tardo en traducir esto... disfrutalo <3)

El jardín oculto era un santuario, un pequeño pedazo de paraíso apartado del caos del Infierno. Adam descansaba bajo la réplica del árbol del conocimiento, con la luz del sol filtrándose a través de las hojas y dibujando patrones juguetones en su piel. Parecía completamente a gusto, irradiando una confianza que parecía ser su segunda naturaleza.

Lucifer se acercó, sus pasos silenciosos sobre la suave hierba. Se detuvo por un momento, observando a Adam con una mezcla de diversión y curiosidad.

"¿Disfrutando, eh?" preguntó Lucifer, con un tono burlón en su voz mientras reía suavemente.

Adam abrió un ojo perezosamente, una sonrisa irónica curvando sus labios.

"Se podría decir eso. No todos los días uno tiene la oportunidad de disfrutar de las comodidades del mejor jardín del Infierno. Aunque supongo que debería agradecerte por la hospitalidad." rió.

Lucifer se rió, sentándose junto a Adam.

"Debo admitir que pareces estar adaptándote bastante bien. Casi como si estuvieras destinado a estar aquí." Lucifer bromeó.

Adam se encogió de hombros con indiferencia, su actitud arrogante nunca vacilando.

"¿Qué puedo decir? Tengo un don para sacar el mejor partido de cualquier situación. Además, es difícil resistirse al encanto de buena compañía."

Lucifer levantó una ceja, intrigado.

"¿Buena compañía, dices? Espero no estar decepcionándote entonces." sonrió suavemente.

Adam giró la cabeza ligeramente, sus ojos clavándose en los de Lucifer con un brillo cómplice.

"Oh, estás lejos de ser una decepción. Si acaso, has superado las expectativas, eres casi tan dulce como cuando eras mi pequeño Lulu."

Lucifer se recostó contra el árbol, una sonrisa satisfecha jugando en sus labios.

"Me alegra oírlo..."

Adam soltó una risa, su tono goteando con sarcasmo juguetón.

"Has dominado el arte del encanto, ¿verdad? Pero dime, Lucifer, ¿qué es lo que realmente quieres? Según lo que sé, deberías estar con tu pequeña princesa."

Lucifer inclinó la cabeza, considerando la pregunta.

"Podría preguntarte lo mismo, Adam. ¿Qué es lo que tú quieres?" Lucifer sonrió y se inclinó hacia adelante.

La mirada de Adam se volvió más intensa, una mezcla de arrogancia y genuina curiosidad.

"¿Qué quiero yo? Quiero ver a Caín de nuevo, por supuesto. Pero más allá de eso, quiero entender por qué alguien como tú se tomaría tantas molestias para ayudar a alguien como yo, ya que... me prometiste que lo volvería a ver."

La expresión de Lucifer se suavizó, un atisbo de sinceridad bajo el barniz de arrogancia.

"Tal vez sea porque veo un reflejo de mí mismo en ti. Ambos hemos cometido errores, hemos lastimado a aquellos que nos importan y, sin embargo, aquí estamos, todavía tratando de enmendar el pasado." Sonrió. "Como dice Charlie... todo comienza con un lo siento..."

Adam consideró las palabras de Lucifer, un raro momento de introspección cruzando sus facciones.

"Supongo que tienes razón. Somos una pareja bastante extraña, ¿no? Dos seres defectuosos tratando de encontrar su camino, como en el Edén..."

Lucifer asintió, una leve sonrisa en sus labios.

"Sí, lo somos. Y tal vez, en nuestras imperfecciones, podamos encontrar algo que valga la pena conservar."

La sonrisa de Adam regresó, su confianza inquebrantable.

"Siempre sabes qué decir, ¿verdad? Quizás debería preocuparme por caer bajo tu hechizo, como mis ex."

Lucifer rió suavemente, un sonido cálido y acogedor.

"Quizás deberías. O quizás ya lo has hecho."

Adam sacudió la cabeza, una risa escapando de sus labios.

"Eres imposible, Lucifer, jodido idiota emplumado."

"Y tú eres irresistible, Adam," replicó Lucifer, reflejando las palabras anteriores de Adam con un toque de travesura.

Compartieron un silencio cómodo, el vínculo entre ellos fortaleciéndose con cada momento que pasaba. A pesar de sus diferencias, encontraron un extraño consuelo en la presencia del otro, una conexión que desafiaba las barreras de sus pasados.

A medida que el sol se hundía en el horizonte, bañando el jardín con un resplandor dorado, Adam se permitió relajarse. Por ahora, estaba contento de estar aquí, con Lucifer, en este santuario oculto donde todo parecía posible.

Adam bajó la mirada, pensando por un momento, ¿y si realmente consigue ver a Caín de nuevo...? La perspectiva de ver a Caín de nuevo le llenaba de una mezcla de esperanza y ansiedad. ¿Lo reconocería su hijo? ¿Podría alguna vez perdonar lo que había sucedido en el pasado?

Lucifer lo observó, su habitual aire confiado reemplazado por una expresión pensativa.

Sonrió suavemente, lo miró y luego se puso de pie para ofrecerle una mano.

"¿Listo para nuestra pequeña aventura?" preguntó Lucifer, intentando sonar despreocupado.

Adam asintió, poniéndose de pie al tomar su mano y sacudiéndose la tierra de la ropa.

"¿Qué aventura...?"

Lucifer sonrió y dijo: "La aventura de ver a tu hijo."

"Estoy tan listo como puedo estar. Te lo agradezco, Lucifer. Más de lo que imaginas."

Lucifer le devolvió una pequeña sonrisa.

"Es lo menos que puedo hacer. Además, te debo tanto a ti como a tu familia."

Hablaban en tonos bajos.

Mientras se preparaban para partir, Lucifer miró alrededor para asegurarse de que nadie estuviera observando.

Llevó a Adam a un portal oculto, escondido detrás de las densas enredaderas y sombras del jardín. Brillaba con una luz celestial, una magia rara y antigua que solo Lucifer podía comandar.

"Agárrate fuerte," dijo Lucifer, ofreciéndole su mano a Adam.

Adam dudó brevemente antes de tomar la mano de Lucifer, sintiendo el extraño calor de su tacto.

Cuando atravesaron el portal, una ráfaga de energía los envolvió, y el paisaje familiar del Infierno desapareció.