3- Nada

35 12 14
                                    

POV; DIEZ

   Era de noche y el cielo estaba hermoso, las estrellas parecian pequeños faros iluminando el entorno, mientras la luna llena brillaba perfecta captando la atención, me encontraba sentado sobre una roca admirando el firmamento.

- Es bonito...- habló Cinco de repente acercándose.

- Sí, creo que aqui estamos seguros, al menos por ahora.

   Cinco no respondió y solo suspiró, enfocada en lo que estaba mirando. No pude evitar fijarme en ella; sentada a mi izquierda contemplaba el cielo con su pelo corto y rebelde, de un tono castaño, y unos ojos color miel que parecían reflejar las estrellas, y sus labios eran carnosos y tentadores...realmente era muy hermosa. Me sonrojé ligeramente al darme cuenta de mis propios pensamientos, lo cual me parecia ridículo dado el contexto en el que nos encontrábamos. No sabíamos nada de este lugar quizas eramos sujetos de algun experimento del gobierno, o tal vez no saldríamos vivos de aquí, y yo, en medio de todo esto, tenia pensamientos propios de un adolescente...me reprendí mentalmente, pero supongo que era mi manera de sobrellevar la incertidumbre y el miedo; el ser humano siempre busca el modo de adaptarse, no era más que una forma de evadir toda esta extraña situación.

- Por cierto... ¿Cómo se encuentran Tres y el bebé?- pregunté de repente.

- Supongo que bien, no lo ha querido soltar ni siquiera para poderlo asear.

- Es normal, dio a luz en un sitio desconocido, se siente insegura, el miedo a que le suceda algo a su bebé debe ser abrumador.

- ¿Por qué hablas de manera tan profesional? ¿Eres médico? Lo digo porque parece que sabes mucho sobre partos y hablas como si pudieras recordar...

- No lo sé, solo seguí lo que mi instinto me decía...no recuerdo mi nombre, mi vida profesional, ni si tenia una familia...- al mencionar "FAMILIA" sentí una leve presión en el pecho como si estuviera olvidando algo muy importante... volteé al otro lado, cabizbajo.

- Te entiendo...también siento esa opresión en el pecho cuando pienso si tal vez tenia una madre o hijos que dependían de mi...me provoca un conflicto que no puedo explicar, me dan ganas de llorar pero...no sé por que.

   Al escuchar su voz afligida y entrecortada, me volví para consolarla. Pero cuando vi su rostro, hermoso y sus ojos brillantes, las lágrimas amenazando con salir y una mueca de angustia y miedo...me estrujaron el corazón, no pude evitar abrazarla fuertemente mientras acariciaba su espalda.

- No estás sola, pase lo que pase, cuidaré de ti, te lo prometo. - dije, sintiendo como los primeros espasmos de sus lágrimas comenzaban a brotar.

Ella correspondió al abrazo, acomodándose entre el hueco de mi cuello y aspirando mi olor...eso hizo que mi promesa se sintiera aún más firme, la protegería.

POV; NUEVE

   Mientras Tres intentaba acomodarse mejor y hacer algo como un nido para mantenerse caliente con el bebé, yo lo sostenía y lo acurrucaba. Hasta que me di cuenta que dos personitas no estaban...¿a dónde habrán ido?.

- Oye, Tres, ¿haz visto a Diez? - pregunté en voz baja, cuidando de no despertar al bebé.

- Umm, lo vi irse por allí- señaló un lugar en especifico.

- Ahh, y Cinco fue con él...

- Ella lo siguió después de un rato. Tal vez solo querian despejarse un poco.

   Eso no me tranquilizaba del todo; no era necesario que se alejaran para "despejarse", y menos de noche.

- Tal vez deba buscarlos, no deberíamos separarnos por tanto tiempo, no conocemos este lugar y, además, está oscuro...es peligroso.

VCincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora