CAPITULO 8 (Abnegación)

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Tres semanas antes

Las palabras resonaron como un trueno en la tensa sala de reuniones. "No pienso trabajar con ella", sentenció el sujeto, su mirada arrogante clavada en MC, quien permanecía encogida en una esquina, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y resignación. Un silencio sepulcral se apoderó de la habitación, roto solo por el suave murmullo de la voz de la jefa:

—Por favor, les pido que trabajen juntos en este proyecto. Su colaboración es esencial para su éxito.

La súplica resonó en el vacío, sin encontrar eco en el corazón del sujeto. Su expresión se endureció aún más, sus labios curvándose en una mueca de desdén. MC, por su parte, se irguió lentamente, su mirada desafiante encontrando la del sujeto.

—No me subestimes, dijo con una voz que, a pesar de su temblor, emanaba una fuerza inesperada. Soy capaz de mucho más de lo que crees.

Un suspiro de sorpresa recorrió la sala. El sujeto la miró con recelo, por primera vez un atisbo de duda nublando su arrogancia.

—Jamais de la vie je ne travaillerai avec une gamine.

La pelirroja, visiblemente tensa, intentó mediar:

—¿Qué cosa dijo?

El sujeto, con una sonrisa burlona, se dirigió a ella en español:

—Así!!! Eh bien, voici le seul morveux qui était là ton malheureux.

La pelirroja, confundida y frustrada, se volvió hacia MC.

—Espera, ¿qué está pasando aquí?

MC, con una sonrisa enigmática, respondió:

—Nada importante, comandante. Solo un pequeño malentendido entre colegas.

La tensión en la sala era palpable. Los tres se miraron fijamente, cada uno con sus propios pensamientos. De repente, el sujeto se levantó de su asiento y se acercó a MC, su rostro a centímetros del suyo.

—D'accord, je serais ravi de travailler avec toi. Après tout, nous travaillerons pour un objectif commun, non?

MC, sin inmutarse, respondió con una sonrisa fría:

—Tu as raison.

La pelirroja, desconcertada por este giro inesperado, no pudo evitar preguntar:

—¿Qué está pasando?

El sujeto y MC intercambiaron una mirada cómplice.

—Nada, comandante. Solo dos profesionales trabajando en equipo.

La pelirroja suspiró, convencida de que no entendería nunca lo que estaba sucediendo.

Dos semanas después

El laboratorio subterráneo bullía de actividad. La tensión inicial se había disipado, reemplazada por un ambiente de trabajo intenso y concentrado. MC y el sujeto, cuyo nombre era Quentin, trabajaban codo a codo en la creación de una nueva arma biológica, una última esperanza para detener la plaga zombie que había sumido al mundo en el caos.

Quentin, con su arrogancia habitual, se había convertido en una pieza fundamental del equipo. Su conocimiento en bioingeniería era innegable, y MC, con su tenacidad y su capacidad para adaptarse a cualquier situación, había demostrado ser una compañera de trabajo invaluable.

Sin embargo, bajo la superficie, la desconfianza seguía latente. Quentin seguía viendo a MC como una jovencita inexperta, mientras que MC, a su vez, sospechaba de las verdaderas intenciones de Quentin. ¿Estaba realmente interesado en salvar a la humanidad, o tenía algún otro objetivo en mente?

CONTINUARÁ....

CONTINUARÁ

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⏰ Última actualización: Aug 11 ⏰

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