You belong to Me(Ramsay X Theon)

Capítulo 1

Theon Greyjoy se dejó caer en su silla de cuero frente al escritorio de Domeric, exhalando un suspiro pesado mientras observaba la pantalla de su computadora. La bandeja de entrada estaba llena de correos, la mayoría de ellos etiquetados como "Urgente" o "Confidencial". Trabajar como secretario de Domeric Bolton, co-CEO de Bolton Enterprises, significaba estar siempre al borde del agotamiento, pero Theon prefería el caos ordenado de su trabajo a cualquier otra cosa, especialmente a interactuar con Ramsay Bolton.

Desde el otro lado de la oficina abierta, Theon sintió la mirada de Ramsay sobre él. No necesitaba girarse para saber que el asistente administrativo lo estaba observando, como lo hacía siempre, con esa mezcla de curiosidad y algo más oscuro, algo que siempre le ponía los pelos de punta.

-Buenos días, Theon -la voz de Ramsay era suave, casi como un susurro, y llegó a él desde la distancia con una amabilidad que sabía era fingida.

Theon levantó la vista y se encontró con los ojos azul pálido de Ramsay, quien se acercaba con un pequeño vaso de café en la mano. Ramsay sonreía, pero Theon no se dejó engañar; conocía bien esa sonrisa, había visto lo que ocultaba. Una vez más, sintió el nudo en el estómago que le provocaba estar en la misma habitación con él.

-Buenos días, Ramsay -respondió Theon, forzando una sonrisa mientras tomaba el café que le ofrecía. Sabía que rechazarlo solo provocaría más preguntas o, peor aún, más atención de la que ya recibía.

Ramsay se quedó allí, de pie junto a su escritorio, observándolo con una intensidad que le hacía difícil concentrarse. El ambiente entre ellos era siempre denso, cargado de algo que Theon no sabía cómo describir, pero que le parecía tóxico.

-¿Mucho trabajo hoy? -preguntó Ramsay, inclinándose ligeramente hacia él, haciendo que la proximidad entre ambos fuera incómoda.

-Como siempre -murmuró Theon, sin apartar la mirada de la pantalla, esperando que eso fuera suficiente para que Ramsay se alejara.

Pero Ramsay no se movió. Se quedó allí, observándolo como si fuera un insecto atrapado bajo un vaso, algo que podría aplastar con un solo movimiento. Theon sintió que el sudor comenzaba a perlar su frente, aunque intentó ignorarlo, enfocado en su trabajo.

Ramsay ladeó la cabeza ligeramente, sus ojos nunca abandonando los de Theon, como si tratara de leer sus pensamientos más profundos.

-¿Por qué no tomamos un café juntos más tarde? Cuando estés en tu descanso. -sugirió Ramsay, su tono suave pero insistente, como si fuera una simple sugerencia en lugar de una orden disfrazada.

Theon sintió un escalofrío recorrer su espalda, la idea de pasar más tiempo con Ramsay le resultaba insoportable. Forzó una sonrisa, intentando mantener la compostura.

-No, gracias. Estoy un poco ocupado ahora, tal vez en otra ocasión.

Ramsay mantuvo su sonrisa, pero esta se tensó apenas perceptiblemente, los labios curvándose en una forma que no alcanzaba sus ojos. Había un destello en su mirada, algo que Theon reconoció al instante como frustración contenida, pero también una oscura diversión. Ramsay no estaba acostumbrado a que le dijeran que no.

-¿Estás seguro? -insistió, inclinándose un poco más cerca, su voz bajando a un susurro que solo Theon podía escuchar-. Domeric me mencionó que le gustaría que nos tomáramos un café los tres. Ya sabes cómo se pone cuando algo le interesa.

Theon sintió que la tensión en la oficina se incrementaba. Sabía que rechazar a Ramsay significaba algo más que simplemente declinar una invitación. También significaba correr el riesgo de molestar a Domeric, y aunque su jefe no era alguien de quien temer por lo general, Ramsay tenía una habilidad inquietante para manipular a su medio hermano en situaciones sutiles.