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☀️




    No tenía idea cuánto tiempo había permanecido sentada sin poder pegar ojo en todo el recorrido que ha llevado el autobús escolar desde mi parada. Ni tampoco cuánto tiempo había contemplado a través de la ventana antes de notar una singular diferencia en el reflejo del entorno. Tras descubrir tal anomalía, los estragos de la noche volvían, una serie de escalofríos recorrieron cada parte de mi cuerpo mientras el cielo volvía a ponerse rojizo, estaba sola, todos habían desaparecido ¿Realmente hubo alguien más aquí desde el inicio? Nunca había despertado, seguía alli, atrapada.
     Me levanté rápidamente del asiento, mi mundo giro ante el brusco movimiento, me sostuve con el respaldo del asiento para poder calmar mi malestar. Y entonces, se hicieron presentes. Rasguñaban cada uno de los vidrios del autobús produciendo horribles chillidos ante el recorrido de su enormes garras, sus rostros marcaban aquella asquerosa sonrisa afilada. Intenté resguardarme en el pasillo alejada lo más posible de sus garras, no tenía ni tiempo de pensar en alguna manera de poner enfrentarlos al escuchar el ruido de vidrio quebrándose y callendo. Sus brazos empezaron a estirarse en mi dirección intentando tomar algo de mí, cada vez más cerca de mí.
     Los latidos retumban ante al temor, mi cuerpo se temblaba en reacción a la adrenalina y aún así, mi respiración falló.

No respiraba.














Me faltaba el aire.















Mis pulmones ardían.














Duele














Me duele...














—Te traje una lechita de fresas.

—¿Qué?

—Que te traje una lechita de fresas.—Volvio a repetir mientras sostenía un pequeño envase de cartón rosado.

     En ocasiones, su voz era lechosa, era suave cuando no trataba de ser sarcástico. Solía comprar su voz con las alarmas, ruidosas y escandalosas, las odiabas por sacarte de tu estado de lucidez en dónde pudiste haber probado los dulces labios de Mr. Darcy. Dejo de hacerlo cuando intento asustarme y recibió un codazo como reacción, noto como solía asustarme al escuchar ruidos muy fuerte y repentinos, así que su voz se suavizó. En estos momentos adoro el haber captado su voz,.
    
—Aiden.

     Su sonrisa fue borrandose y la preocupación tomo lugar, miro hacia el frente por unos instantes antes de regresar a mí, dejo aquella bebida en su regazo antes de sentarse más cerca. Mi cabeza descansó en su hombro.

     Exhale profundamente, mi corazón seguí alterado por algo que no lograba comprender. Su mano sujetó la mía en un gesto reconfortante, no dijo nada, pero sus acciones demostraban su preocupación.
     Retiró los cascos que colgaban en su cuello y los coloco sobre mis oídos, la suave voz de Pomme se hizo presente con 'Grandiose'.

     Retiró los cascos que colgaban en su cuello y los coloco sobre mis oídos, la suave voz de Pomme se hizo presente con 'Grandiose'

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—Buenos días.

     Fui la única en responder el saludo del profesor al momento de entrar al aula. Parecía estar un poco aliviado al notar como, tan siquiera, uno de sus alumnos estaba se animo para su clase. Aún que conforme pasaban las horas, uno a uno fue cayendo dormido sobre su escritorio, a excepción de ese rubio que se entretenía armando diferentes cubos de Rubik y enviado notas de papel cuando el profesor nos daba la espalda.

     "¿Podrías pasarme los apuntes después de clases?

—Aiden <3

"Lo enviaré al chat, han caído dormidos tan pronto inicio la clase."

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"Lol Logan esta luchando fuertemente contra sus párpados, si sigue balanceándose así terminará cayendo"

—Aidencinto <3

.

"Tyler no me ha dirijido ni la mirada, sigue molesto por lo que ocurrió."

.

"No lo necesitas"

     Logré visualizar aquellas palabras antes de perderse en dobleces brusco que su escritor generó sobre el papel. Nuestra conversación se perdió en aquella hoja de cuaderno tirada dentro de su mochila, por su expresión podría uno decir que se encontraba enojado o frustrado al ver sus cejas fruncirse con su mirada baja y fija sobre su banco.

Soltó un suspiró y su mirada volvió a relajarse.
Su mano inspeccionó su mochila, pensaba que tomaría aquella hoja para retomar nuestra conversación, pero de allá saco una cajita de tonos rozados, tomo su plumon negro y escribió algo sobre una de las caras, y en un solo estirón de brazo, la dejo sobre mi mesa.

"No pude entregártelo antes, espero que te guste <3"

RING

RING

RING

     El sonido de la campana indicando el inicio del receso provocó que aquellos que habían quedado dormidos despertarán de golpe, siendo el caso de poder escuchar la exaltación de Ashlyn al levantarse de sus mesa. La mire un poco preocupada, a pesar de que me daba la espalda, era conciente de que en su rostro era decorado por unas profundas ojeras sobre su pecoso rostro. Deje mi celular al costado de cuaderno de apuntes después de haber verificado que las fotos de mis apuntes se hayan enviado correctamente al grupo que comparto con ellos.

—Ashlyn—La llame, no sé giro a verme pero hizo un sodio que me indico que me escuchaba.— Vamos a ir a almorzar juntos, ya sabes, para hablar sobre 'cosas'.

     'Cosas', era la palabra que utilizamos para referirnos a aquello que nos encontramos en el extraño y paralelo mundo. Se llego un acuerdo de que no hablaríamos tan abiertamente sobre este tema, tendríamos que tener cuidado de quienes nos escuchaban si no queríamos terminar encerrados en algún tipo de hospital psiquiatrico.

—Esta bien.—Respondio.

—¿Trajiste el flan?—Interrumpio Aiden, tomo mi mochila y la colgó sobre su hombro.—Creo haberlo dejado sobre la mesa junto a la loncheras, pero olvide guardarlo.

—No lo dejaste allí, por alguna razón la encontré sobre el lavamanos.



















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⏰ Última actualización: Aug 11 ⏰

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