XI. Para ti, que aun lloras por mi.

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Para ti, que aún lloras por mi.

No es egoísta desearme de vuelta, 
ni está mal que tus lágrimas caigan, 
sé que el dolor es profundo y real, 
pero vive, no te detengas. 

Llora si lo necesitas, deja que fluya el pesar, 
mas no olvides que la vida aún te llama, 
construye días que valgan la pena recordar, 
y haz de tu camino una historia digna de contar. 

Para ti, que aún lloras por mi, aquí estoy, de rodillas, rogando que seas feliz.

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