Habia sido una batalla feroz en la profundidad del mar. La reina de los krakens y su hija Agatha, derrotadas yacían en las rocas cercanas, sin fuerzas para seguir peleando, madre e hija, ahora esperando su destino final a manos de ese tridente. Chelsea, oh digamos la ahora futura "reina" se alzaba con una sonrisa sádica, el tridente entre sus manos, a punto de dar el último golpe para deshacerse de la amenaza de sus contrincantes que ahora estaban débiles.
Con la mirada fija estaba hacia Agatha y su madre, ya las quería ver muertas, río en carcajadas, para lanzar un ataque que las mataría, cerraron los ojos pero, simplemente no paso nada. Los abrieron en par, a lo lejos, una luz opaca gigantesca que se acercaba entre la lejanías, grandes tentáculos aparecieron alrededor, y con suma facilidad sujetaron a la sirena que ya enojada estaba, sin saber quién se había metido a la pelea. Un sonido de corazón latiendo resonando, una fuerte presión les cubrió, haciendo que el miedo se apoderará de ella.
El tridente, un vestigio de su supuesto 'poder', arrebatado con suma facilidad de entre sus manos, dejando congeladas a las dos krakens y con un profundo nerviosismo recorriendo el cuerpo de Chelsea. Los tentáculos se habían enroscado en su cuerpo suprimiendo. La frustración de los ojos de Chelsea se ha desvanecido, una vez que se giró para ver quién era, sus ojos no podían estar más abiertos mostrando aquel terror emergente de la profundidad de su ser.
Como si ahora el océano fueran las nubes de tormenta, la figura esbelta y coronada con corona... Se escuchaba el sonido del altiro de un corazón, su voz resonaba en aquel lugar, con una palabra el tridente ahora en sus manos estaba, frente a ellas lo alzaba... "Descansen en paz. Mis hermanos y hermanas." Dijo, para destruir aquel tridente con sus manos, una luz verde emergió, y gritos desesperados resonaron, lamentos y súplicas habían, aquel tridente, una prisión de asientos de almas de otros inocentes.
"Ruby...?" Murmuró Agatha débilmente, incrédula mientras veía con asombro todo, intercambio miradas de desconcierto con su madre. Ambas igual de desconcertadas.
La mirada del color carmesí, un rostro sin una mueca y tan solo con una ira creciente en su interior, sus ojos mirando de forma amenazante a esa sirena. Soltó los pedazos del tridente que cayeron al abismo de oscuridad del mar. Se acercó hacia la sirena, y sus manos en un puño se volvieron mientras trataba de evitar perder la compostura.
Los tentáculos apretaron más a Chelsea, y un grito de dolor fue escuchado por todo el vasto lugar, parecía que le romperían los huesos, y eso quería hacer la kraken. Su voz fría como el hielo pronuncio lo siguiente: "Tu gente será la que pagara por tus actos" dijo, para de forma rápida arrastrar hacia los más profundo del mar a la sirena. Sus gritos de súplicas se oían, las criaturas marinas solo miraban cuando veían pasar a la kraken.
Agatha y su madre lograron recomponerse para buscar un lugar seguro en donde poder descansar y sanar sus heridas. Llendo en dirección contraria a la de Ruby.
No tardó mucho, en la profundidad del océano, un palacio en las rocas, ocultó de manera que nadie lo encuentre nunca, raíces oscuras por todo el lugar, corales opacos y pequeños animales marinos alejándose con rapidez tras pasar la sombra de la kraken, ocultándose y viendo cómo se va...
Al entrar al palacio, esa sirena forsejeaba demasiado, cada sentimetro de ese lugar le atraía recuerdos que quería olvidar. Aún vigente después de tantos siglos estaba ese lugar, cuando vio la puerta de esa habitación se desespero aún más, mordiendo el tentáculo de la kraken para que le soltara.
"Ahg! Maldita seas... " Grito enojada por la mordida abriendo la puerta y lanzando con fuerza a la sirena dentro de la habitación que en penumbra aguardaba. "Sirena estúpida." Fue acercándose. Chelsea estaba aturdida, ya que se golpeó la cabeza tras ser lanzada allí de dentro, Ruby la tomo del cabello, y ella grito por eso, quejandose. "Vuelves a hacer eso, y juro que te mato." Amenazó, soltando a la sirena y dándose la vuelta para irse. Esa sirena dio una sonrisa burlona. Y dijo con egoísmo: "Tu no serías capaz de hacerme daño" ojalá no hubiera dicho eso.
La kraken quedó quieta, se dio la vuelta y tomo por la cara a Chelsea y la estampó contra el suelo, su nariz se rompió, Chelsea llevó sus manos a su rostro, si riendo ese líquido rojo bajar, comenzó a soltar lágrimas y sentir el dolor. "Tu papi Poseidón ya no está aquí para protegerte Chelsea. " Dijo en burla hacia la sirena.
"Espero que tengas una buena vista hacia la ventana, un paisaje de rojo aguarda." Decía, para irse y cerrar la puerta tras de si. Se quedó pensando pocos segundos en eso, antes de ignorar el daño en su rostro e ir hacia la ventana que solo dejaba entrar una luz tenue y débil. Cuando sujeto los barrotes y vio todo a la distancia, solamente pudo llevarse una mano a la boca. Un paisaje de rojo. Sirenas huyendo, tratando de escapar en vano, capturadas por los krakens y ser asesinadas, niños y niñas eran llevados por los krakens mientras que los padres eran asesinados. Los adolescentes eran a fuerzas llevados, y los adultos si no se doblegan, pues muertos por el camino los encontraban.
Cayó al suelo, mirando todo desde lejos, no quería más y fue hacia una esquina, llamándose así misma 'tonta, tonta, tonta, por que mejor no me quedé en Atlantis con tritón, por que no le hice caso?'
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Hello, eh subido antes el capítulo por que se me re pego la gana, asi que:
