Calma
Fue lo que pudo ver al abrir los ojos, expectante ante el campo de batalla, que se volvía aún más rojo con la sangre que caía de los caballeros que habían muerto siguiéndolo a el
No pudo ocultar el sabor amargo que esto le hacía sentir, el era un príncipe, había tenido que dejar el castillo para cumplir con su deber, derrotar a un traidor del reino.
El lord shindo, del castillo dormountt, donde el sol había dejado de bañarlos, y el frío invierno era todo el año, había reunido un ejército para matar al rey masaru, claro que, como se esperaba, ni siquiera había podido pasar a los pueblos cercanos antes que el ejército que acompañaba al peli cenizo lo alcanzará
La lluvia y el viento los acompaño en la batalla, acabando ganador el heredero de los bakugou, llevando otra gloria al reino
La fiesta de regreso no se hizo esperar, ni siquiera antes de llegar al reino del norte , los marineros tomaban y reían mientras hablaban de todas las mujeres y amantes que los esperarían en tierra
-quita esa cara de amargado, no es varonil llorar después de una guerra ganada- dijo con alegría su mano derecha, un chico alto y musculoso de cabellos rojos de la casa kirishima
-el cenizo bufo- al que le voy a quitar la cara al arrancarla, será a otro si no se calla- dijo mirándolo fijamente, para después ambos sonreír
-Qué es lo que te atormenta?- pregunto colocándose a su lado
-el cenizo bufo- solo fue una pequeña batalla, y aún así murieron cientos de hombres por un idiota que ni siquiera hubiera sido rey si mataba a mi padre- dijo mirando fijamente las aguas que navegaban, el océano era aterrador e oscuro por las noches, aún así, juraba haber visto un destello verde mientras lo observaba
-la guerra es necesaria para demostrarle al pueblo porque es que los reyes están donde estan- argumento el hombre a su lado
-Realmente se lo merecen? Digo, al final todos los reyes lo son por nacer bajo un apellido digno del trono- pensó un poco- y los idiotas que masacran para llegar a el
- y aún así, el trono de hierro solo acepta a los que cree realmente dignos- termino kirishima, mirando hacia donde veía su amigo y príncipe
-minimo si no son dignos se van a la mierda desangrados- dijo
-minimo- y así ambos hombres rieron, ignorando completamente a una criatura que los veía a través del agua, con sus ojos verdes brillando
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Despedirse de su padre para partir hacia las aguas del norte fue fácil, pero no de su madre, que aún cuando ya lo había hecho con sus otros hijos, el saber que por fin su último hijo se iría y solo volvería para las reuniones de consejo la ponía de un humor horrible, tristemente hablando
Aún así, izuku estaba emocionado, sería la primera vez que saldría del reino hacia un lugar desconocido y por su cuenta, no como alguien normal, si no como el protector de aquellas aguas
Y asi fue como emprendió su viaje, sus cosas más importantes (que solo consistían en joyas, accesorios y alguna que otra cosa las llevaba en un costal enredado en su cintura
El había elegido irse unas cuantas semanas solo, después de pasado un tiempo, algunos guardias irán con el a dónde se quedaría para darle su compañía y protección, pues no solo iba a jugar, el sería básicamente un gobernador en esas aguas para las pocas sirenas y tritones que residen ahí
Era un recorrido largo, y cuando empezó a sentir las frías aguas del norte, supo que iba en dirección correcta, hasta que un extraño objeto (que el pensó, que era del tamaño de una ballena) que flotaba encima de el, le llamo la atención
