Sally tenía lo que muy probablemente sea el mayor placer que alguna vez pudo experimentar. Actualmente estaba en medio de los brazos de Naruto el cual estaba acariciando su cabello de una manera muy suave
Sus piernas estaban temblando como nunca antes lo habían hecho en su vida a causa del enorme órganos que está chico le hizo tener
"(Acabo de...tener sexo...¡Y fue increíble!)" - Pensó ella mientras se acurrucaba en el pecho de Naruto
El cuerpo de Sally estaba lleno de rasguños, chupetones, mordidas y su trasero estaba muy rojo además que sus orificios habían sido profanados se una manera que solo pudiese ser descrita en un libro como lo era cincuenta sombras de Grey
Nada mal para haber sido su primera vez
Sally en ese momento tuvo un escalofrío al sentir como Naruto pasaba sus manos por su espalda
"Eres...tan bueno..." - Susurró ella mientras escondía su cabeza en el pecho de Naruto el cual soltó una pequeña risa
Sally se sentía extremadamente protegida en medio de los brazos de Naruto, sus toques la hacían sentirse en el cielo
En ese momento escucharon unas gotas caer sobre la ventana del departamento de Sally seguido se la lluvia que empezó a caer acompañada de varios rayos
Naruto solo tenía su vista puesta en la ventana mientras escuchaba el ruido de los relámpagos caer
"(Castigada)" - Pensó Naruto volteando la cabeza para no ver hacia la ventana
"Parece que habrá una tormenta..." - Murmuró Sally sin sacar su cara del pecho de Naruto
"Supongo que tendré que pasar la noche aquí" - Dijo Naruto mientras miraba a Sally la cual solo sonrió al escuchar eso
"Quédate el tiempo que quieras...serás bienvenido siempre..." - Murmuró ella levantando la cabeza para después darle un beso en los labios a Naruto
En la cabeza de Sally, habían versiones en miniatura de ella las cuales celebraban y bailaban sin parar
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Ubicación: La Atlántida
Posedeia acaba de causar un Tsunami en Japón del enojo
La gran mayoría de los mares del mundo estaban hechos un caos, olas enormes levantándose, sismos golpeando países causando inundaciones. Posedeia estaba más que furiosa y más aún al sentir que alguien había robado algo muy preciado para ella
Su ira era incalculable y eso se pudo ver cuándo el tridente en sus manos se abollo como si de una lata se tratase debido a la brutal fuerza que ejerció sobre el
"Posedeia~"
La voz de su esposo llegó a sus oídos a lo que soltó un rugido seguido se un suspiro para después arrojar lo que quedaba de su tridente contra la pared. Tomo varias respiraciones profundas, buscando calmarse lo máximo posible
Esto es algo que su hija Bentesicime a modo de que cada vez que tuviera uno de sus ya muy comunes ataques de ira, la voz de su esposa sonará para calmarla
Diablos, Naruto era muy rencoroso además de poner castigos muy duros
"Donde estas..." - Murmuró ella soltando un suspiro
Posedeia sabía que era muy celosa...quizás demasiado, lo sabía buen, pero no le dio importancia ya que no pensó que a su esposo le molestará, pero tal parece que se había pasado de la raya
