Las primeras luces del alba apenas se filtraban por las cortinas cuando Caroline comenzó a agitarse en su sueño. Estaba atrapada en una pesadilla, una que había estado evitando por tanto tiempo que ahora la atacaba con más fuerza.En su sueño, era nuevamente una niña, perdida en un oscuro bosque. El aire estaba cargado de una niebla espesa que parecía susurrar su nombre. A lo lejos, podía escuchar un débil llanto, el llanto de una niña pequeña. Caroline sentía el impulso de buscar a la niña, pero el miedo la paralizaba. Cada paso que daba hacia el sonido, sentía que la oscuridad se cerraba más a su alrededor, haciéndola sentir atrapada.
De repente, el llanto se convirtió en un grito desgarrador, y Caroline se encontró corriendo, con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho. Tropezó y cayó, sintiendo cómo la tierra fría la absorbía. Intentó gritar, pero no salió ningún sonido. Justo antes de que la oscuridad la envolviera por completo, la imagen de una niña con un vestido blanco manchado de barro apareció frente a ella, con los ojos llenos de miedo y desesperación.
—Ayúdame —susurró la niña en un tono apenas audible, extendiendo una mano hacia Caroline.
Y en ese momento, Caroline despertó con un grito ahogado.
Jason, que estaba dormido junto a ella, se despertó de inmediato al sentir el pánico en su voz. Sin perder tiempo, se incorporó y la rodeó con sus brazos, tratando de calmarla.
—Caroline, ¿estás bien? —preguntó con preocupación, acariciando suavemente su espalda.
Caroline estaba temblando, su respiración era irregular, y las lágrimas corrían por su rostro.
—Fue… fue solo una pesadilla —murmuró, todavía asustada—. Pero se sintió tan real, Jason. Era como si estuviera atrapada, no podía escapar…
Jason la abrazó con más fuerza, tratando de reconfortarla.
—Estoy aquí, Caroline. No estás sola. Solo fue un mal sueño, ya ha pasado —susurró, su voz suave y tranquilizadora.
Poco a poco, Caroline comenzó a calmarse, apoyando la cabeza en el pecho de Jason. El sonido constante de su corazón la ayudó a recuperar la tranquilidad.
—Gracias por estar aquí —dijo finalmente, con la voz apenas un susurro.
—Siempre, Caroline. No tienes que enfrentarlo sola —respondió Jason, dándole un suave beso en la frente.
Caroline cerró los ojos, sintiéndose segura en sus brazos. Aunque el miedo seguía latente en el fondo de su mente, la presencia de Jason la ayudaba a mantenerlo a raya. Después de unos minutos, el cansancio la venció de nuevo, y se quedó dormida, esta vez en un sueño más pacífico.
El día en la universidad comenzó como cualquier otro. Las clases estaban en pleno apogeo, y el campus estaba lleno de estudiantes yendo y viniendo. Jason y Caroline habían llegado temprano, pero a pesar de los intentos de ambos por concentrarse, el recuerdo de la pesadilla de Caroline seguía presente en sus mentes.
Durante el receso, Jason se alejó un momento para hablar con unos compañeros, mientras Caroline se dirigió a la cafetería. Mientras esperaba en la fila, escuchó un murmullo creciente y se dio la vuelta justo a tiempo para ver a Jason enfrascado en una acalorada discusión con otro estudiante. Reconoció al chico de inmediato: era Trevor, un conocido por su temperamento y por meterse en problemas.
Caroline se sintió inmediatamente preocupada. Podía ver cómo la situación escalaba rápidamente, y aunque no sabía el motivo exacto de la discusión, podía intuir que no terminaría bien.
Antes de que pudiera acercarse para intentar mediar, Trevor empujó a Jason con fuerza, haciendo que este retrocediera. La tensión en el ambiente se disparó, y antes de que nadie pudiera intervenir, Jason respondió con un golpe directo a la mandíbula de Trevor. El sonido del impacto resonó en el pasillo, y en un abrir y cerrar de ojos, la pelea se desató.
ESTÁS LEYENDO
Sueños Universitarios
RomanceNuevo país, nueva ciudad, nueva universidad, nueva vida. Así pasó con Caroline de un día para otro cuando no tenía idea de que todo podía cambiar AVISO Esta historia tiene contenido +18