Un repentino sonido de escopeta ensordece los oídos de la tierra. Nadie sabía que pasó, hasta que el polvo vuelve a su lugar. Observan el cuerpo destruido de alguien. O'Higgins mira desesperado a todas partes rezando a Dios que el amor de su vida esté bien. El pobre hombre sentía como su corazón zapateaba en su pecho.
Pero su angustia se extingue cuando ve al hombre del que tanto se preocupó, José estaba en las mismas condiciones que O'Higgins.
A su lado ven a los encapuchados impresionados y algo alucinantes, y al lado contrario ven a sus esposas recargando el armamento.
Esposa de J: las únicas que pueden amenazar a estos papanatas somos nosotras!
Esposa de O: Será mejor que corrán porque este rifle tiene buen alcance eh!
La pareja masculina suelta un gran suspiro de alivio y alegría al ver a sus amigas defenderlos.
O'Higgins: oh chicas no saben cuánto las necesité!
José: si, si. Yo le iba a hacer eso Pero ustedes llegaron antes
Los cuatro obvservaron a los encapuchados escapar y se van a la hacienda. Hacen una reunión importante como familia.
O'Higgins: que está pasando en nuestra amada patria? Cómo es posible que suceda esto?
José: hay que volver a Chile, no podemos permitir que nuestros compatriotas estén así...
Las mujeres se miran entre si, afligidas, Pero entendiendo que la patria iba primero que cualquier sentimiento.
Esposa de J: sé que no los podré hacer cambiar de opinión, así que les deseo suerte y que dios los acompañe en su travesía. El niño, Francis va a quedar a nuestro cuidado
Esposa de O: y no se preocupen por nosotras, tenemos a las esclavas.
O'Higgins: gracias por entendernos. Chile debe ser libre
Al día siguiente empacan sus ropas y trajes, junto a sus armas y algo de comida para el viaje. Arreglan a los caballos y se sientan a rezar por una hora. Una vez todo listo, la pareja inicia su marcha a las verdes y calidad tierras Chilenas en busca de la paz para su tan amado país.
