Leo Manobal y Jennie han estado casados durante cuatro años. Leo, un exitoso empresario en una empresa de modas, ha construido una vida cómoda para ambos. Sin embargo, con el tiempo, los sentimientos de Leo hacia Jennie han cambiado. Aunque sigue cu...
Han pasado dos meses desde que Leo ha estado mostrando un cambio real. Al principio, dudaba que pudiera mantenerlo, pero cada día me demuestra más que está comprometido a ser mejor. Lo veo en cómo trata a Ella, en cómo maneja su enojo... incluso en cómo se esfuerza por estar presente en todo momento. A veces me pregunto si realmente debería darle una segunda oportunidad. Si sigue así, tal vez... tal vez podría decirle que sí.
Pero luego está Taehyung. Él ha sido increíble con Ella. Ama jugar con ella, cuidarla... es como si fuera su propio padre. Aunque hay algo que no puedo evitar sentir cada vez que lo miro. No sé si alguna vez realmente lo amé. Quiero a Taehyung, pero no sé si es suficiente. Mientras tanto, él y Ella están afuera, en la piscina. Tae está nadando con ella, y su risa llena el aire. Amo verlos juntos, pero ese nudo en mi pecho nunca desaparece.
De repente, el timbre de la puerta suena, interrumpiendo mis pensamientos. Me acerco para abrir, y allí está Leo, de pie en la entrada. Su expresión es seria, pero algo en su mirada me dice que está molesto.
-¿Qué haces aquí, Leo? -le pregunto, tratando de sonar neutral, aunque su presencia siempre me provoca una mezcla de emociones.
-Quedamos en que hoy íbamos a salir a pasear juntos, ¿lo olvidaste? -me responde con una mezcla de decepción y enojo en su voz.
Mi corazón se hunde. Había olvidado completamente nuestro plan. Me siento terrible, pero trato de mantener la compostura.
-Lo siento, Leo. Con todo lo que ha pasado, se me fue de la cabeza. Pasa, por favor.
Lo dejo entrar, pero su mirada inmediatamente busca a Ella.
-¿Dónde está mi hija? -pregunta, aunque parece que ya sabe la respuesta.
-Está afuera, en la piscina... con Taehyung -le digo, aunque sé que no le va a gustar lo que escucha.
Leo aprieta la mandíbula, claramente molesto, pero en lugar de decir algo, se dirige hacia la puerta trasera. Lo sigo con la mirada, sintiéndome mal por haber olvidado nuestro día en familia. Intento no pensar en lo que esto podría significar para él, pero el remordimiento sigue creciendo en mi pecho.
Me quedo un momento en la sala, debatiéndome entre salir o no al patio trasero, pero finalmente decido que debería estar allí. Camino hacia la puerta, pero justo antes de llegar al patio trasero, veo a Leo regresar. Está claramente enojado, con el ceño fruncido y los puños apretados. Pasa de largo sin decir una palabra.
-¿Qué te pasa? -le pregunto, preocupada por su reacción.
Leo no me responde, simplemente sigue su camino hacia la puerta de salida. Mi corazón late con fuerza, sabiendo que algo anda mal.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
∆POV LEO
Hoy decidí no ir al trabajo. No me importan las reuniones ni las llamadas que tengo pendientes. Todo eso puede esperar. Lo único que realmente importa ahora es pasar tiempo con mi hija. Desde que Ella llegó a mi vida, me he dado cuenta de lo que realmente significa ser padre. Quiero estar presente en cada momento, en cada risa, en cada llanto. Y sé que, si sigo esforzándome, tal vez Jennie finalmente esté dispuesta a intentarlo de nuevo conmigo. A lo mejor, después de todo este tiempo, podremos volver a ser una familia.
