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"¡Bienvenidos a Starlight City! Una ciudad donde se encuentra la prestigiosa academia de Brawlacademy.
Es una increíble academia donde la gente con un espíritu luchador, ¡puede asistir!
¿Qué es un espíritu te escucho pregu...
Habían pasado unos días desde que Amber entró a la academia y salió de esta por primera vez. En ese momento, las tres chicas: Amber, Willow y Emz, se encontraban dormidas en el cuarto. Mientras que Amber de normal se encontraba en su cama acurrucada, Emz estaba en el suelo, había caído dormida ahí y Willow le había quitado directamente la cama a Emz, estando acostada en esta.
Eran las 7:00, y aunque, era sábado, sonó una alarma en tono fuerte.
Era una especie de intro de algún anime, que venía del teléfono con funda transparente y stickers de Pokémon; el de Amber. Este sonaba sin parar, la alarma marcaba las 7:00 y se llamaba "Entrenar". Emz medio adormilada se despertó, quedando sentada en el suelo somnolienta y confusa.
"Amber...apaga esa estupida alarma"
La joven de fuego se levantó perezosamente y tomó su teléfono, apagando la alarma y alzándose su camisa del pijama al instante para quitársela, pensaba irse a esas horas, debido a que quería entrenar antes del lunes para las clases.
En poco tiempo estuvo con su ropa habitual, una camisa de un tono grisáceo con una camisa interior de color piel claro, algo que contrastaba con su color de piel anaranjado.
Finalmente, se abrochó su cinturón con un broche dorado de una llama y ordenó su cama un poco, dirigiéndose a la puerta y después de abrirla con cuidado, cerrarla con la misma precaución.
La chica caminaba tranquilamente por los pasillos, era un lugar tranquilo por la mañana, pensaba ir a la cafetería a comer algo antes de irse a entrenar, aunque, no estaba segura si ese tipo majo disfrazado de dinosaurio rosa estaría ahí ya que este servía la comida y no quería agarrar alimento sin permiso.
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Amber después de unos 5 minutos rondando por los pasillos terminó en el comedor, sorprendentemente estaba abierto y con gente en él, aunque, no mucha.
Solo se encontraban una mujer de complexión robusta y cabello rojizo, junto a un chico pálido, delgado, de pelo verde y una planta roja en la cabeza. Cuál estaba de brazos cruzados escuchando hablar a su compañera, Amber por educación y siendo los únicos que se encontraban además del cocinero se acercó a ellos.
"¡Buenos días!" Dijo Amber mientras pasaba cerca y se sentaba no muy lejos de ellos en la misma mesa, sonriendo tímidamente. Los presuntos alumnos sonrieron y saludaron de vuelta, aunque, el de cabello verde con menos emoción.
"¡Hola, Amber! ¿Estás disfrutando aquí en la academia?" Pregunta la pelirroja corpulenta sonriéndole de vuelta, Amber queda confusa, riendo nerviosa.
"Vaya...¿es que todos me reconocen tan rápido por aquí?..." preguntó para sí misma en tono de broma, los otros dos se miraron y sonrieron levemente.
"Amber, no sé si lo sepas, pero, soy tu tutora y él es Spike, tu profesor de combates" Al escuchar eso, la piel de Amber se heló. ¿De verdad no había reconocido al profesor que la había introducido a los combates hace unos días? Era algo medio vergonzoso. Se apresuró a reírse de nuevo y limitarse a mantener una sonrisa.
