Terminaste tu combate en Smackdown y caminaste detrás del escenario, pasándote los dedos por el cabello manchado de sudor.
Levantaste las manos por encima de la cabeza, prodigando la sensación de estirar esos músculos adoloridos. Caminando hacia el vestuario de hombres detrás del escenario, escuchas un gemido que viene desde el vestuario de la Diva, una voz familiar.
Sin pensarlo, tus pies se mueven hacia la puerta de cambio de la Diva, con la mano en la perilla, la giras y entras con cautela.
Allí, en la esquina, estaba sentada Natalya, con las piernas dobladas contra el pecho y las lágrimas corriendo por su rostro.
"¿¡N-Nattie!? ¿Qué pasa?" Corres hacia ella y la envuelves con fuertes brazos.
"T-TJ, él rompió conmigo..." Su cuerpo comenzó a temblar mientras decía esto, Natalya comenzó a inclinarse hacia ti.
Limpias suavemente sus lágrimas, consolándola. "Está bien, te tengo. Ella entierra su rostro en tu pecho y enrosca sus dedos con fuerza en tu camisa.
Haces círculos metódicos en su espalda con tu mano, susurrando palabras reconfortantes en sus oídos.
"Muchas gracias (t/n)". Se levanta un poco para descansar su cabeza en el hueco de tu cuello, con una pequeña sonrisa extendiéndose en sus labios.
Se podía olerla en este punto, su aroma es increíble; olía a rosas y flores silvestres.
Tu cabeza se inclinó hacia abajo, descansando sobre la parte superior de su cabeza.
"Tu aliento me hace cosquillas, Nattie". Respondiste con una risita, seguida de un pequeño beso en su frente.
"¿Entonces eres del tipo que hace cosquillas?" Sin decir una palabra más, Natalya procede a lamerte el cuello.
Te estremeces por la sorpresa, con los ojos muy abiertos; Nattie suelta una carcajada ante esto.
"Oh, te ves tan linda cuando te sorprenden". Ella toma tu cara y se inclina para besarte.
Sorprendido al principio, rápidamente le devuelves el beso y cierras los ojos. Natalya gime un poco, suspirando mientras se besan.
"Mira quién es ambicioso hoy". Dices con una sonrisa.
"Hago lo que quiero." Natalya se rió, abrazándote con fuerza. Ella te mira y sonríe felizmente. "Eres el mejor (t/n), siempre estás ahí para mí". Le das un casto beso en la frente y respondes.
"Para ti, siempre estaré ahí". Nattie sonrió ante esas palabras y se acercó de nuevo con otro beso.
Cuando sus labios se encontraron con los tuyos sentiste la intensidad detrás de este beso, su pasión prácticamente se derramó en ti.
Tu mano se hundió en sus mechones rubios. Muy lentamente, deslizaste tu lengua en su boca, saboreando el sabor, tarareando un poco porque sabía muy bien.
Después del beso, ustedes dos se sentaron allí, abrazándose y disfrutando de la calidez del otro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
