Bésame

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La castaña lanzó otro hechizo al peli-negro haciéndolo caer de espaldas.

—Por favor, Casperan. ¿Eso es todo lo que tienes?—Se cruzó de brazos con burla.

Douxie enfadado se levantó rápidamente mientras limpiaba sus ropas.

Sus manos empezaron a formar hechizos.

—Deberías irte de Arcadia, _______. No puedes quedarte.—

—Oh, ¡vamos! Ya me estaba empezando a gustar este lugar.—Su sonrisa se borró cuando el peli-negro corrió hacia ella lanzándole hechizos, ágilmente pudo esquivarlos pero de pronto Hisirdoux atravesó su pie con el de ella y cayó en la tierra—¡Oye!—

Ya en el suelo ella lo miraba con una mueca, realmente le gustaba hacer enfadar al mago, era divertido. Su asunto no era con el, pero odiaba perder tiempo con el.

Douxie apuntaba su mano con su brazalete listo para cualquier ataque a centímetros de la cara de ella.

—Me agradabas más cuando te asustaba el hecho de verme frente a ti.—

—No me conoces.—

—¿Qué pasa? ¿Papá no te da permiso?—Ella dijo burlona.

La mueca que Hisirdoux tenía en su cara se desvaneció.

Ella sabía, sabía que jugar con un tema como la muerte de Merlin no era bueno.

Pero no le importaba, odiaba al viejo y escupiría en su tumba cuántas veces fueran suficientes.

—Cuida tus palabras.—

Ella rodó los ojos.

De pronto, le surgió una idea.

—¡Mira un goblin!—Hisirdoux en su ignorancia se dio vuelta rápidamente. Ella tomó su oportunidad y destellos rojos impactaron en la espalda del mago.

De nuevo una rígida pelea se formó.

Trataban de usar en su máximo magia, lo físico no era de ambos.

En un movimiento rápido, Douxie tomó ambas de sus muñecas.

—¿A qué viniste a Arcadia? ¿Por qué odias a Merlin?—Ella logró soltarse de una de sus manos, una gran bofetada resonó en el bosque. Hisirdoux gritó mientras sostenía su mejilla—¡Oye! ¡¿Y eso por qué?!

—Estamos peleando, ¿no?—Lanzo otro hechizo pero Douxie lo contraatacó—No es de tu incumbencia mi estancia en Arcadia.

—Créeme, querida. Si que lo es.—Ella lo tomó del cuello de su camisa y le proporcionó un golpe en la mejilla de nuevo—¡¿En el mismo lugar?!—se quejó.

Hisirdoux tomó ambas de sus muñecas y las puso detrás de su espalda, recargándola en el árbol más cercano.

Ambos suspiraron ante el repentino golpe contra el árbol. Ella hizo una mueca.

—Pudiste invitarme un café primero, ¿no crees?—Dijo burlona, pero se quejó cuando el mago la apoyó más contra el árbol.

•One Shots• Hisirdoux C. X Lectora<3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora