𝐃os vampiros alfas entrelazados por una mordedura, vampiros puros con mestizos teniendo crías y sin fin de problemas más enfrentarán la pareja de Bahng Hyunjin y Lee Felix.
| Historia original está registrada y me pertenece por completo, no se acep...
Un pequeño Hyunjin de diez años se encontraba siendo regañado por su padre Bahng Christopher en la sala de su casa, la noche era fría y el pequeño chico lo sentía en su cuerpo el cual se encontraba temblando, este no sabia si era porque vestía una ropa muy primaveral que consistía en unos shorts negros que le llegaban arriba de las rodillas y una camiseta de manga corta y un lindo estampado de un oso de peluche, mismo que se parece demasiado al que tiene en su habitación o si era el motivo que no dejaba de llorar pero la ventana seguía abierta y la inmensa brisa seguía sesando en la piel delicada del pequeño.
Aquello poco le importo a su padre quien seguía enojado con el chico por no aver cumplido las reglas de su propia casa.
Hyunjin no dejaba de brotar lágrimas de sus ojos, con la cabeza baja postrando su mirada borrosa en los zapatos ajenos, quienes eran del padre y viendo de reojo a su madre quien estaba sentada en el sillón con una mirada de lastima y pena por su pequeño hijo, algo que obviamente le dolía. Pero su hijo no entendía y esperaba hacerlo de este modo más estricto para el pequeño y sus padres.
—¿Entendiste o no, Bahng Hyunjin? —Preguntó su padre haciendo que el antes nombrado por educación levantará su cabeza y rostro viendo a su padre.
—Si, papá...—Dijo el pequeño con una mirada muy lastimera que hizo que su padre se sintiera mal por aquello.
—Solo, deja de llorar Jinnie... Ya pasó. —Menciono el padre de este.
Quien siempre tuvo esa debilidad ante el más joven de sus 3 hijos, por alguna razón el pequeño Hyunjin nació con esa habilidad de poder manipular a ciertas personas o simplemente por ser demasiado lindo e inocente.
Una gran mezcla de inocencia ante los ojos de sus progenitores quienes ante los más descabellados deseos del pequeño se lo cumplían, algo que al saberlo Hyun aprovecho cada gota de esa habilidad de dudosa imagen que nadie más sabía que existía.
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Hyunjin estaba despertando, la luz del sol se asomaba por la ventana, no cerca de su cama para no ser molestado ni cegado por la radiante luz de esto. Llevo sus pequeñas manos a sus ojos aún adormilados doliendo les en el proceso al ser aun temprano, se acomodo en una postura en la cual estuviera nuevamente cómodo para seguir durmiendo.
Algo que no pudo seguir disfrutando al ser llamado por su madre, quien le hablaba para almorzar y posterior a esto, su hermano mayor yendo a despertarlo.
Hyunjin llego a la cocina en donde estaba su madre y hermanos quienes ya se encontraban desayunando muy a gusto, el pequeño fue a la larga isla que decoraba la elegante cocina, un mármol blanco iluminaba toda la habitación junto con el sol que ayudaba a eso.
—Buenos días Jinnie. —Hablo su madre con una cálida voz, la cual demostraba el cariño que les tenía a sus hijos.
—Buenos días, mami. —Respondió el en ese momento el pelinegro mientras se acomodaba en la silla de la isla degustando su almuerzo pues tenía algo preparado para esa tarde.