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Ahí estaba Seungmin caminando entre diversas tiendas siguiendo al que sería su futuro marido, ¿De verdad tenía que comprar un traje de estas tiendas? No es que la plata le sobrará y se sentía fuera de lugar cada vez que entraba a esas tiendas cara...

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Ahí estaba Seungmin caminando entre diversas tiendas siguiendo al que sería su futuro marido, ¿De verdad tenía que comprar un traje de estas tiendas? No es que la plata le sobrará y se sentía fuera de lugar cada vez que entraba a esas tiendas caras con las que algún día había soñado estar.

— Absolutamente no, Seungmin  — Chan le susurro en el oído, era la primera vez que lo hacía, le recorrió un ligero temblor por todo el cuerpo y el mayor lo notó, por supuesto que lo hizo.

— ¿Por qué no?

— Mi esposo no usará un traje que usó ya hace unos días para la boda.

¡Oh sí, la boda! Seungmin se aburrió tanto que no comento nada de eso, traía un traje de diseñador muy bonito (que él estaba proponiendo usar para su boda) que eligió Beomgyu para él.

Bufó, ahora tendría que elegir él solo, le daba mucha vergüenza pensar que Chan lo tendría que pagar, encima que le estaba dando una solución él gastaba mucho más en el omega.

Al pasar por las tiendas encontró su favorita, había soñado con comprar algo ahí, la vitrina siempre brillaba con los lindos trajes que tenían y ahí lo vió. Un traje blanco como la nieve, detalles dorados en los bordes que brillaban bajo la luz, dándole un aire de realeza. La chaqueta estaba adornada con botones de nácar, y en el pecho, un delicado bordado dorado formaba intrincados patrones florales que se entrelazaban en armonía. Las solapas eran finas, rectas, con un toque moderno que contrastaba con el corte clásico del traje. El pantalón caía perfectamente, sin una arruga, y el conjunto se completaba con una corbata de seda blanca que se ajustaba suavemente al cuello, dándole un toque de elegancia innegable.

Y su fantasía terminó cuando vió el precio. Ya lo sabía de todos modos, hay un motivo por el que ni siquiera entraba a mirar.

— ¿Te gusta?  — preguntó Chan susurrándole de nuevo y Seungmin negó.

Pero Chan lo había mirado, como sus ojos brillaban al ver el traje, la sonrisa que tenía en la cara, como escaneaba todo el traje con los ojos sin prestar atención en los otros modelos y por último como miró el precio y su alegría se desvaneció.

— Nos lo llevamos, haz que se lo pruebe — le dijo a Beomgyu y este asintió.

— No es necesario, Chan, de verdad, el otro es muy lindo también  — sonrió viendo el otro modelo obviamente más barato pero su alegría no le llegaba a los ojos.

— No intentes negociar conmigo Seungmin, voy por mi traje, haz que lo arreglen a su medida  — dejó a los guardaespaldas con Seungmin. Tenía a Jungkook, Beomgyu, Niki y Mingi de guardaespaldas.

¿No eran excesivos los cuatro guardaespaldas? El mall estaba vacío (aunque era hora punta y debería estar lleno) y para colmo tenía a un chófer esperándolo afuera. Pero él se iba solo a otra tienda sin compañía. A su lado Jungkook suspiró y miró a Beomgyu, que negaban.

𝐏𝐚𝐫𝐭𝐧𝐞𝐫𝐬 𝐢𝐧 𝐜𝐫𝐢𝐦𝐞 ⚘ 𝕮𝖍𝖆𝖓𝖒𝖎𝖓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora