𝐂𝐞𝐫𝐨, 𝐀𝐜𝐪𝐮𝐚𝐢𝐧𝐭𝐚𝐧𝐜𝐞𝐬?

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...

Flashback

—Mentiroso.

Era de noche, desde la mañana que se fue mi hermano estaba que repetía esa palabra. Todo estaba oscuro y parecía que iba a llover. De repente sentí unas manos en mis hombros, me gire rápidamente para ver quien era.

—Nena, ¿Por qué estas sola?. -
—Era un hombre mayor de edad.

—Yo... -Me aleje un poco incomoda. —Estoy buscando a mi hermano.

—Es muy tarde, deberías tener cuidado. Podrías quedarte en mi casa. —Dijo mientras me acercaba a él.

—No, gracias igual. —Trate de alejarme.

—Insisto, quedate en mi casa. -Me agarro más fuerte y me llevo a una casa cerca que había donde estábamos. Intente soltarme pero cada vez me agarraba más fuerte.

—Por favor... —Trataba de soltarme pero agarro mis muñecas bruscamente haciendo quejarme del dolor.

—No seas necia y entra. —Me sonrió mientras con una mano agarraba mis muñecas y con la otra abría la puerta de la casa.

Me entró a su casa y rápidamente cerro la casa con seguro. Cuando estuvo cerrando la puerta se distrajo y logré soltarme. Fui directo hacia una ventana que estaba cerca e intente abrirla, pero este hombre me siguió y luego me cargo.

—¡Suéltame! —Pataleaba mientras me cargaba y me llevaba a un cuarto.

—Quedate quieta. —Me tiro a la cama del cuarto mientras se posicionaba encima mio mientras me agarraba las manos con una de él.

Empecé a llorar e intentaba soltarme de él, pero no podía.

—Tranquila. —Empezo acariciar mi cara con la mano que tenia suelta. Yo solo lo miraba con asco mientras lloraba. Cuando me estaba acariciando la cara me limpio las lágrimas.

—Por favor, no... —Lloraba cada vez más, intentaba convencerlo para que me deje, pero no lo logré. El hombre empeco a bajar su mano hacia mi cuello mientras me sonreía cada vez más.

Por un momento me soltó las manos y no hice nada para que no me las vuelva agarrar, pero cuando soltó mis manos empezó a tocarme las piernas. Cuando se distrajo lo golpee con mis piernas en sus genitales, este se alejo del dolor e inmediatamente me levante y me fui corriendo. Pero este mismo me siguió y me agarro otra vez tapándome la boca, cuando hizo eso logré morderlo y me soltó de un golpe. Fui corriendo hacia una ventana y trate de romperla con mi codo, pero ese hombre se me acercó a mí y entonces le tuve que poner más fuerza logrando romper la ventana. Salí por la ventana, mi codo estaba sangrando.

𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐞𝐬 | 𝐂𝐚𝐫𝐥 𝐆𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora