La Revolucion De Las Flores || MADASAKU ✿•˖*

「 XVIII 」: Esto ¿es una cita?

La feria estaba llena de vida. Linternas de papel colgaban en el aire, creando un ambiente cálido y festivo. Las tiendas se llenaban cada vez más de gente, y la comida abundaba en los pasajes recónditos de Konoha. Sakura estaba alegre, caminando con una sonrisa en el rostro y sin separarse de su acompañante, los mares de gente podrían hacer que se perdiera mientras más avanzaban, lo que preocupaba a Madara.

Cada ciertos pasos, Madara no podía evitar voltear a verla. Sakura se veía hermosa con aquella yukata; por la reacción de sus amigos, parecía que había puesto verdadera dedicación en su apariencia esa noche. ¿Había sido por él? Se sentía realmente honrado. No era el típico sentimiento de orgullo por llevar una medalla o de haber ganado una lucha, sino aquel de sentirse completo y pensar en cómo habría sido su vida si, desde el inicio, se hubiera relacionado más con los habitantes de Konoha, la aldea que en su cargo de policía, defendía y cuidaba. ¿Como hubiera sido si desde el inicio la hubiera conocido? ¿Seguiría perdidamente enamorada en Sasuke?...¿Se hubiera fijado en él? 

Estas últimas preguntas pesaban sobre él como un gran buque. Eran el "elefante en la habitación" que nunca quiso ver ni asumir. Sakura estaba enamorada de Sasuke, no de él. Incluso la idea de competir contra ese amor era estúpida; ella lo había querido durante toda su vida. Además, pensar en verla cada día también era algo alejado de la realidad, pues tan solo quedaban un par de días para destruir el mundo y la vida de esta dulce chica.

Intentó distraerse. La culpa le apretó un poco el pecho, pero nada que no pudiera disimular desviando la mirada. Justo en ese momento, Sakura le llamó la atención.

🌸—¿Quieres elegir tú el lugar? El único que conozco es donde voy con los chicos, pero... me gustaría ir a algún lugar nuevo.—

Madara también tenía un lugar al cual preferiría no volver, aquel donde su billetera sufrió tanto por los actos de Obito. ⛓—Bien, yo lo elegiré. Pero no quiero quejas si no tienen el sake que te gusta —dijo, molestando.

Siguieron caminando unos metros, hasta que doblaron en la tercera esquina a la derecha. Había unos puestos más desolados al estar más adentro en el camino, lo cual era ideal para Madara, quien gozaba de la tranquilidad y de la ausencia de miradas ajenas. Cualquiera de aquellos locales estaría bien para él, pero entró en uno que tenía en los carteles de afuera el trago que Sakura estaba pidiendo. Les ofrecieron una mesa para dos y aceptaron, pasando a un salón con poco público, donde se podían sentar en futones en el suelo, con una pequeña mesa decorada con flores y limas.

Sentados en los futones, el ambiente tranquilo del bar les permitió relajarse. Madara observó cómo Sakura examinaba el menú con interés, su bebida favorita estaba aquí lo que la causó sorpresa a la chica. La luz suave de las linternas resaltaba su rostro, y él no pudo evitar sonreír ligeramente.

🌸—Este lugar es agradable —dijo Sakura, rompiendo el silencio—. Nunca había estado aquí antes.

⛓— No soy de visitar tanto la aldea... —admitió Madara, mirando a su alrededor—. Pero he venido a este lugar un par de veces, al estar alejado del centro es mas tranquilo y viene menos publico.

La chica que atendía llegó para pedir sus ordenes, cada uno pidió algo de beber y les otorgaron una brocheta de dangos como cortesía. Sakura agradeció a la señorita y espero que se alejara para seguir la conversación, estaba intrigada por aquella respuesta.. 🌸—¿No te agrada estar con la gente?

Madara hizo una pausa, considerando su respuesta. ⛓— Tu sabes lo que conlleva este símbolo en mi espalda, en realidad, toda la aldea lo sabe. A pocos les gusta ver un Uchiha en la mesa o incluso en sus calles si no es trabajando. —