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Capítulo 11: Una chispa de...

Yoongi estacionó el coche en el aparcamiento del hotel en Daegu, sus hombros tensos por el largo viaje desde Seúl. La tarde estaba cayendo, y una leve brisa aliviaba el calor veraniego que había acompañado el trayecto. Al salir del coche, ayudó a sus hijos, a bajarse. Jimin, estiró sus músculos adoloridos y sonrió cansadamente a Yoongi.

Entraron al vestíbulo del hotel, un lugar elegante con un aire moderno y acogedor. Yoongi no se perdio ningun detalle.
La recepción estaba decorada con flores frescas y una iluminación cálida. Una mujer joven, con una sonrisa profesional y cordial, los saludó desde el mostrador.

—Bienvenidos al Hotel Deluxe. ¿En qué puedo ayudarlos?—dijo, sus ojos brillando amablemente.

–Hola, quiero una habitación triple a nombre de Min Yoongi, por favor— respondió Yoongi, sacando su tarjeta de crédito.

La recepcionista verificó en su sistema, y una leve expresión de preocupación cruzó su rostro. — Señor Min, es temporada alta de turismo. Lamentablemente, todas nuestras habitaciones triples están reservadas.

Yoongi frunció el ceño, sintiendo una ola de agotamiento recorrer su cuerpo. —¿Qué opciones tenemos entonces?– preguntó, tratando de mantener la calma.

—Tenemos disponible una suite, tiene una habitación especial para los niños— respondió la recepcionista, su tono conciliador. —Es lo mejor que podemos ofrecer en este momento.

Yoongi suspiró, mirando a sus hijos que, a pesar de estar cansados, se mantenían pacientes. La perspectiva de seguir buscando otro hotel era agotadora y poco realista en ese momento. Finalmente, aceptó. —Está bien, tomaremos la suite y la habitación para los niños.

La recepcionista asintió, aliviada, y comenzó el proceso de check-in. —Espero que disfruten su estancia. Si necesitan algo, no duden en llamarnos— dijo mientras les entregaba las llaves electrónicas.

Con los documentos en mano, Yoongi y su grupo se dirigieron al ascensor. La suite se encontraba en el último piso, ofreciendo una vista panorámica de Daegu. Al abrir la puerta de la suite, fueron recibidos por una espaciosa sala de estar decorada con buen gusto, grandes ventanales y una cómoda área de descanso.

Yena, no pudo contener su emoción y corrió por la sala, explorando cada rincón con sus pequeños pies descalzos. —¡Mira, papá! ¡Es enorme!— gritó con alegría.

Jimin sonrió y la siguió, asegurándose de que no se lastimara. La persiguió hasta una habitación contigua, que estaba equipada con una cama y una cuna. Allí, acomodó a Jihoo, quien estaba profundamente dormido después del largo viaje. Colocó al bebé cuidadosamente en la cuna, ajustando la manta para que estuviera cómodo.

Mientras Jimin vigilaba a los niños, Yoongi aprovechó para deshacer algunas maletas y organizarse un poco. La suite, con su ambiente lujoso y relajante, empezaba a sentirse como un refugio después del agotador viaje, pero Yoongi se levantó de la cama con pesadez, sintiendo aún el cansancio del viaje en sus músculos. Se estiró un poco antes de caminar hacia la habitación contigua, donde había una cama pequeña especial para Yena, una cuna para Jihoo, armarios y un televisor gigante para los niños. Observó a Yena, que estaba profundamente absorta en un programa de dibujos animados, y Jihoo seguía durmiendo plácidamente en su cuna.

Sin embargo, algo le preocupaba: Jimin. Sabía que la habitación de los niños no tenía espacio suficiente para él, y no le gustaba la idea de que Jimin tuviera que dormir en un sillón incómodo. Decidido a resolver la situación, Yoongi se acercó a Jimin y tomó su mano suavemente.

I LOVE YOU, BOY | YOONMIN [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora