𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 𝐫𝐨𝐜𝐤. || 𝐆𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐀𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨 1.

15.

Después de ese abrazo con Malena, ella se volvió a ir. Me senté y empecé a preparar un buen pollo al horno con unas papas. Comencé a prepararlo, me lavé las manos y luego lo coloqué en el horno. Tenía algunos mensajes de Guido y sonreí.

Guido:)

vos todavía me debes algo linda
no pienses que yo me olvido fácil
me acuerdo a detalle cuál es tu deuda

que atrevido sos Armido
tus hermanos nos llegan
a descubrir y nos matan

na no te creas
el temita acá es tu pretendiente
cuando se entere que le cancelaste
por mi
me va a odiar ajsjajaj

igual en el trabajo somos dos personas diferentes eh
en nuestra vida privada ambos
somos cualquier cosa pero en
el laburo somos colegas.

sisi colegas..

shh cállate tonto

callame dale.

Hasta que escuché el timbre. Era mi mamá y Nacho. Los hice pasar y sentar en la mesa.

-¿Y cómo te fue hoy el día? -preguntó mi mamá.

-Y... bastante bien. Pensé que iba a ser pesado, pero no, tranqui nomás. Además, con el anuncio que se viene... -dije.

-¿Cuál? -preguntó mi hermano Nacho.

-Shh... es secreto. -Sonreí.

-¿Y tu amigo, dónde está? Lo quería conocer -dijo mi mamá, y la miré.

-¿Querés que Guido esté acá? -pregunté, y ella asintió.

-Bueno... veo si puede venir. Tenía cosas que hacer. -Le mandé un mensaje a Guido y dejé el celular en la mesa.

-El frío que hace, ¿no? -dije tratando de cambiar de tema.

-Malena me contó tarde lo de joaco. Va, cuando te fuiste de casa, le pregunté qué pasó y me contó -dijo mi mamá.

-Me da igual lo que haga él. Prefiero no hablar más del tema. Soy otra persona ahora, y me gusta cómo está yendo mi vida. -Sonreí y me di cuenta de que tenía que fijarme en el pollo.

Me senté a la mesa.

-¿Y Nacho? ¿Cómo va la escuela? -sonreí-. Yo cuando fui a casa no te encontré. Mamá me dijo que estuviste en un viaje de egresados.

-Sí, fuimos a Bariloche. ¿Y vos qué onda con ese rubio? Se nota que lo re amas. -No me dio tiempo a contestar la pregunta de mi hermano porque escuché la puerta. Era seguro Guido.

Fui y lo miré. Salí de mi departamento y me quedé ahí afuera mirándolo a los ojos. Él me sonreía, con esa carita tan hermosa que tiene. Ese silencio decía a la vez mil cosas. Me fijé la hora y era muy puntual; incluso vino temprano.

Me acerqué un poco a él y él se acercó también.

-Sos mi adicción -dije mientras lo miraba a los ojos.

-Vos sos hermosa. -Agarró mis mejillas y me besó. Correspondí y, después de un rato, me alejé.

-Está mi vieja adentro; me estuvo preguntando por vos. -Abrí la puerta y entramos.

Guido saludó a mi mamá y a mi hermano. Mientras tanto, yo fui a la cocina a sacar el pollo. Lo llevé a la mesa y empecé a cortarlo. Guido se sentó a mi lado mientras yo servía el pollo con las papas.

-Lucía, perdóname, pero yo creo que ustedes tendrían muy lindos hijos. De hecho, dame nietos ahora -dijo mi mamá riéndose, y yo empecé a toser y sonrojarme. Miré a Guido y luego a mi mamá.