DI MI NOMBRE | julienzo.

1. First Time.

Julián y Enzo disfrutan de un momento a solas, después de una situación que ocurre en el predio de la selección.

content warning/tags: light dom/sub. oral fixation. fluff & humor (se intentó). enzo es un boludo y julián es el doble; o sea idiots to lovers. momentos vergonzosos pero es por el bien de la trama (o sea sexo, lo juro). 

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El sonido de abrir y cerrar de las duchas no lo dejaba tranquilo, sabe que a pocos metros de él se encuentra aquel chico que inunda su mente desde que empezó la práctica hace un par de horas. Enzo solo intenta ignorar a lo lejos la voz de su compañero de selección; escucha la leve risa de Julián cerca de la zona de duchas, y los celos invaden su cuerpo en cuestión de segundos.

Cierra su locker con fuerza, casi estrellándolo. La rabia corre por sus venas al imaginarse a Julián con alguien más en estos momentos, y siente su estómago revolverse al pensar que de seguro Julián andaba con Licha. Aunque Enzo no se consideraba una persona posesiva, últimamente le resultaba inevitable sentirse así con su antiguo compañero de River.

Enzo quiere a Julián solo para él; que todas sus reacciones sean por y para él.

Tal vez, si se estaba volviendo cada vez más posesivo con el mayor.

Pero se controlaba, Enzo sabía que él y Julián solo eran amigos. No podía hacerle una escena de celos al delantero enfrente de todos, ni cuando se encontraban a solas, no tenía sentido, solo eran mejores amigos.

O eso se repetía el centrocampista cada que lo miraba al mayor. Quería mentalizarse en aquello y dejar a un lado los sentimientos de atracción que empezaban a ser cada vez más fuertes hacía Julián. A veces quería pegarse así mismo por pensar en ello, era una pelotudez; Julián no parecía pensar de aquella forma hacia él.

Y estaba harto.

En cambio, Enzo no podía dejar de pensar en el delantero ni cuando se iba a dormir; porque para su mala (o buena) suerte ambos compartían habitación. Les tocaba dormir juntos después de los entrenamientos antes de algún partido que tenía la selección. Enzo se había acostumbrado a levantarse y acostarse con la voz de Julián de fondo, hacer tantas cosas juntos cuando tenían tiempo libre; prepararle unos mates a Juli era parte de todos sus días.

Juli...

Su Juli.

"¡Enzo!", la voz indiscutible del cordobés llamándolo retumba contra las paredes del vestuario. "¿Enzo? ¿Dónde andas?", su cuerpo se pone rígido cuando escucha pasos cerca de él.

"Increíble boludo se fueron todos..." musita Julián para sí mismo en voz baja, "Ni me esperó Enzo".

El mencionado se levanta automáticamente de la banca en la que estaba sentado, y procede a colocar su toalla alrededor de su cintura lo más rápido posible. Escucha los pasos de Julián cada vez más cerca, y lo menos que quiere en estos momentos es que su tan querido amigo lo vea en pelotas, sí, estaba en pelotas. Se había olvidado de entrar a las duchas por estar sentado como pelotudo pensando en el cordobés.

"Juli pero si estoy acá boludo", dice Enzo con la voz un tanto agitada, agarrando sus cosas para irse a bañar e ignorar los pensamientos de hace un rato.

"Te ando llamando desde hace rato culiado, ¡ni me escuchas!", replicó Julián con un tono de molestia fingida, mientras aparecía en la mitad del pasillo de los vestidores; recién bañado y con la toalla amarrada a la cintura.