¡De que te las das!
¿Qué te haces el galán? Ósea... ¡Quien sos! Para... Brad Pitt.
¿Brad Pitt? ¡Esta hecho mierda! Em... Tom Holland, el sí.
como me vas a decir "No te vas a escapar tan rápido" y acto seguido me agarres del brazo y me claves esos ojos tan dulces, tan lindos, acompañado con esa sonrisa.. que ese combo, se volvía irresistible...
Pero solo un poco.
Me negaba a que esté cerca mío, capaz que era por ese combo, pero estaba más segura de que era por la bronca que tenia.
Enojada era poco, después de decirle algunas cosas más (de las nombradas) fui a buscar a Lizge.
El quedo ahí, siguiéndome con la mirada.
Había sido un papelón, un gran papelón para ser solo amigos.
6.00 am con Liz fuimos a avisarle a los demás que volvíamos a casa, la fiesta Ya se estaba terminando, así que decidieron volver con nosotras.
El frio que hacia afuera era terrible, no sé si era porque adentro hacia mucho calor o en verdad estaba fresco.
No soy exagerada, sino friolenta. Friolenta al punto de que este temblando como si fuera pleno julio.
Yigit me saco de mis pensamientos cuando me abrazo al ver que seguía temblando.
Yigit: ¡Que raro vos!
Eylul: No daba traer abrigo... Gracias Yiyi– así le decía cariñosamente, pero a él le molestaba mucho.
Yigit: ¡Encima que te abrazo me decís así! Forra.
Eylul: Jajajaja – volví a abrazarlo – No te enojes bobo.
Lizge: Eychhu, vamos... - Por subirse al taxi.
Eylul: Voy – Dirigiéndome a ella - Nos vemos mañana chicas.– Despidiéndome de Dilara y Melis que esperaban al otro taxi.
Ya en el taxi, ibamos Berk, Recep, Lizge y yo, destino a casa de Liz. el taxista nos dio charla hasta por los codos, yo que en el viaje me dormía apoyando mi cabeza en el hombro de Berk, si, estaba enojada, pero también tenía sueño.
Ahora me importaba más mi sueño que la pelea.
Mañana seguiría peleando...
Llegamos a casa de Lizge y por falta de plata tuvimos que bajar todos ahi.
Lizge: Los dejaría quedarse acá... ¡Pero no hay colchones!
Eylul: ¡Duermo con vos! No quiero caminar hasta casa.
Recep: Rece te hace caballito – Dijo sonriente –
Ja, chistoso.
Recep: ¡LLevala vos que no bailaste casi nada! Estoy re cansado boludo.
Lizge: Si Eylul duerme conmigo, ustedes pueden dormir en la cama marinera.
Eylul: No esta bien, me voy a casa... Además tendría que avisarle a mi papa y todo.
Berk: Si, es verdad... Yo también me voy.
Despues de despedirnos de Lizge nos fuimos los tres.
El viaje fue de pura charla, pavadas, y de lo que había pasado esa noche, por supuesto se tocó el tema Cagla, gracias a Recep, pero para la suerte de Berk y la mala mía (o buena) justo habíamos llegado a casa de Rece quien nos despidió con un beso quedando en que mañana les avisemos si nos juntabamos.
Cuatro cuadras para llegar a casa.
Muchísimo.
Eylul: Te juro que no me dan más los pies.
Berk: Le hubieras dicho a Rece que te haga caballito aunque sea hasta la casa.
Eylul: Estaba cansado el también...
Berk: Hoy no te importo – dijo en tono muy bajo.
Eylul: ¿Qué? – Lo había escuchado, quería que lo diga más fuerte.
Berk: Nada, que yo también estoy cansado.
Eylul: Si... Cansado, yo también.
Berk: Cansado de todo esto... De las miles vueltas que estamos dando. – Me miró fijamente, no perdimos el paso, pero lo hicimos más lentos.
Eylul: ¿De qué hablas?
Berk: No te hagas la desentendida... Estoy harto de que yo vaya de frente y vos nada.
Eylul: ¿De frente? ¿Yo nada? ¡Berk! No sabes lo que estás diciendo... Hoy no parecías ir de frente, va, si ibas de frente pero con otra persona ¿Qué onda?
Berk: ¡Ya te dije que onda! Harto de la histeria que pones en la situación. Hace una semana ya estamos con las idas y vueltas, y vos nada. Y hoy... Cuando vi a Cagla..
Eylul: ¡Te tenías que sacar las ganas de alguna u otra manera!
Berk: Deja de decir pavadas Eylul... Siempre supiste que cagla marco mi vida, en todos los sentidos.
Eylul: También se lo que sufriste...
Una, dos, tres cuadras en silencio.
El calor que estaba haciendo a medida que iba pegando el sol era infernal.
Una cuadra... Ya veía mi canasto de basura.
Eylul: No quiero que sufras otra vez.
Esta vez sí me pare... A cuatro casas de la mía.
Quería llegar a casa, pero primero le quería aclarar unas cosas a mi amigo, ese... El tarado que admito, un poco me podía.
Berk: Es tu decisión – me sonrió - ¿Me perdonas? Por ponerte celosa...
Eylul: ¿Yo celosa? ¿De vos? Ja.
Berk: íbamos bien...
Eylul: Jajajaja bueno está bien... Te perdono si vos me perdonas por dar vueltas toda una semana.
Berk: Eso no se...
Lo mire enojada. El sonrió y se acerco a mi – Obvio que te perdono tonta.
Sonrei – Genial, me gusta pelearte igual... Te pones lindo – reconocí.
Berk: ¿Más de lo que soy?
Eylul: Solo un poco – Sonrei y me acerque más, agarrándolo de la nuca así, atrayéndolo a mi.
Berk: Ya que estamos confesando, vos también te pones linda cuando te enojas...– acariciándome la mejilla. – Igual, cuando sonreís es más lindo.
Sonrei - ¿Así?
Sonrió asintiendo con la cabeza y dejando a un lado los escasos milímetros que nos separaban hundió sus labios en lo míos, haciendo que sonría aún más y sin dudas me acople a ese beso... Distinto al anterior.
Y con ese beso lleno de dulzura me di cuenta que, a pesar de ser amigos hace años, de que nos gustemos y estemos en este momento besándonos no hay tal crisis si confías en la otra persona, en que todo va a estar bien y que no va a cambiar nada.