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Capítulo 1:

El ruido de la ciudad se hacía presente ante todos los que pasaban en aquella tarde, digamos que no tan tarde, algo como las 2:40pm. Cada uno pensaba lo que quería, que el día está tranquilo para algunos, pero para otros realmente ajetreado a pesar de ser aún algo temprano. Tal como lo era para alguien en el gran hospital de la ciudad, pasando de allá para acá todo el tiempo sin descansar en algún momento por todo aquél trabajo, que en verdad, manejaba muy bien y sin problemas. En aquél recinto llegaba cualquier tipo de persona, pero eso es obvio ¿no? Digamos que aquél cualquier tipo, se trataba de algo peligroso, podría tocarte un anciano amable y que se olvidara de todo, hasta llegar alguien que por dinero hace un trabajo muy sucio a ser curado de heridas, pero no era del todo malo, puesto que aquellos a los que salvaba exitosamente, ofrecían sus servicios de protegerlo por darles una oportunidad en la vida nuevamente, cosa que aquella zona era una de las peligrosas en el país, pero él prefirió ayudar a la gente a pesar de todo, ese era el trabajo de un médico profesional a pesar de todo.

¿Ya dije que es un hombre dotado en la vida?

Aquello que ejerce con tan sólo 27 años de vida, lo ha hecho ser alguien conocido —pero tan desconocido a la vez— en aquella mísera ciudad, donde los perros sacan sus colmillos caninos con el plan de protegerlo por aquellos sucios tratos que hacía. Su mente no era fan del dinero, no es alguien codicioso y con la meta de ganar poder, lo contrario, tiene plasmada la idea de permanecer como un simple médico que hace milagros y ya, pero le agradaba ser alguien de "confianza" para aquellos que ha salvado tantas veces en lo que lleva de experiencia, posiblemente es llamado doctor milagros por allí en algún lugar secreto de aquellas pandillas.

Bueno, éste era uno de esos días en los que usaba sus habilidades otorgadas por el mismísimo de arriba, un día nublado y llamando a la tormenta que había sido pronosticada a través de la televisión. Allí se encontraba él, deteniendo una maldecida hemorragia a causa de la apuñalada que le mandaron a su paciente por andar de chulo por las calles o rincones oscuros, actuaba rápido, pero no de aquél significado apresurado, sino hábil, movimientos y decisiones inteligentes como si fuera pan de cada día hacer tal tarea, ni un sólo segundo perdía, toda acción tenía su razón. El anestesiado, llevaba una expresión pacífica plasmada en su rostro, sin saber que lo clavaban o simplemente era salvado una vez más, mientras afuera, las gotas empezaban a resonar al caer.

En aquél entonces eran las 7:36pm, estaba oscurecido el exterior, pintado de negro, pero iluminado por los faroles tintados de amarillo por su poca limpieza. El trabajador cameraman había terminado su turno a las 6pm, pero para él una hora más de trabajo no le hacía mal, de hecho, fue mejor, logrando salvar al pobre hombre que fue apuñalado por desconocidas razones. Ahora se arreglaba para salir del recinto, con su gabardina azabache puesta junto a su maletín y paraguas en mano, caminó por el blanco pasillo al salir de su oficina, dirigiéndose a la salida trasera del hospital. Abrió su paraguas, oyendo la lluvia crear fuertes golpes contra todo a su alrededor, mientras caminaba tranquilamente y sin apresurarse, era relajante, imaginándose el sonido de las gotas chocando contra las ventanas de su hogar.

Tantos sonidos a la vez le molestaba un poco, pero uno de ellos no era la lluvia. Fue ahí cuando se percató de una o mejor dicho, varias voces en el callejón al que se aproximaba.

— ¡ja! ¡te pasa por andar de manos largas con nosotros! —fue una de las voces que escuchaba, al parecer, molesto con alguien más.

— se cree mucho, denle unos golpes más, a ver si así aprende a no meternos mano —decía uno de los hombres, el cual llevaba un paraguas al fumar un cigarrillo humeante.

— unos golpes más en su lindo rostro, que pena —uno de ellos se acercó, agachandose para tomar aquél fino y golpeado rostro del muchacho sin fuerzas, observando su rostro helado y pálido— posiblemente ya se muera de hipotermia

"Mein Doktor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora