Fiesta.

179 24 6
                                    


Sergio estaba ansioso. No podía dejar de jalar su camisa con nervios.

Estaba justificado, no todos los días cumples quince años. No todos los días tiene la oportunidad de bailar con su crush de toda la vida.

Lo veía de lejos y demonios. ¿Tenía que llevar ese pantalón?

"Checo si lo sigues viendo así le harás hoyos en las nalgas" Su primo rio altanero.

"Cállate Carlos. No es mi culpa maldita sea"

"Calmado Sergio, te acabas de confesar"

Sergio negó con la cabeza divertido.

"Ya soy homosexual. ¿Qué podría ser peor?"

Ambos rieron alto, soltando largas carcajadas. Sin darse cuenta del niño que se acercaba confiado.

De pronto, Sergio sintió un pequeño toque en su espalda. Girándose, se encontró con aquel pequeño vecinito.

El moreno sonrió agachado la mirada para hacerle notar que le prestaba atención.

"¿Qué pasa Maxie?"

"Querido Sergio. ¿Me deja bailar con usted?" Pregunto el pequeño rubio con un gran sombrero entre sus manitas.

Sergio miró a Carlos que soltó un pequeño "aww" diciéndole con la mirada que aceptara o sería el peor ser humano.

El cumpleañero volvió su mirada al pequeño que se encontraba suplicante con sus ojos de perrito triste.

Sergio rió alegre y acepto la propuesta tan caballerosa y bonita del menor.

Max se apresuró a tomar su mano y llevarlo al centro de la pista. Aunque el rubio era más pequeño que el moreno, lo sujeto con sus pequeñas manos, una en su espalda y la otra sosteniendo la mano del mayor.

Pronto, la banda resonó con una nueva canción proponiendo a más gente a bailar.

[La canción con la que escribí esta parte se llama "Vampiresa" de los Tigrillos.]

Al ritmo de la música, Max lideró el baile. Guiando al mayor moviéndolo de un lado a otro, dándole vueltas y pegándolo ligero a su cuerpo.

Sergio estaba divirtiéndose. El enano si que sabía bailar.

Pronto notó a Carlos bailar con el muchacho de la tienda, Charles.

Buena estrategia, cosas gratis.

Después, volteo hacia donde veía a su crush. Lewis le regresaba la mirada divertido por el como era maniobrando por el niño.

Pudo notar como movía la cabeza hacia la salida trasera.

Sergio le guiñó un ojo sobre la cabeza rubia aceptando la propuesta silenciosa de Lewis.

Pronto la canción terminó y se separo del niño con la escusa de querer aire fresco.

Camino a paso rápido a la puerta y la cerró esperando que nadie lo notará.

Pronto se encontró contra la pared más cercana siendo acorralado por el chico que le gustaba.

"Sergio" murmuró el mayor cerca de su rostro.

"Hola, Lewis"

Ambos sonrieron, juntando sus frentes un segundo. Lewis poso su mano sobre el cuello del menor y acaricio hasta llegar a su mandíbula.

Sergio se estremeció, era como un sueño. Uno muy bueno.

Cerró sus ojitos y ladeo un poco su rostro, poco después sintió una ligera presión sobre ellos. Pronto esa presión se convirtió en un beso menos relajado, si no que, más hambriento y soñador.

Lewis con movimientos lentos, paso sus largos dedos por debajo de su camisa poniendo alerta al menor.

Las manos no dejaban de subir por lo que incómodo, Sergio se separo del beso.

"Espera Lewis. No me toques ahí" hablo casi sin aliento.

"Vamos Chequito, tómalo como tu regalo de cumpleaños" le susurro sobre su cuello, dando lengüetadas a su manzana de Adam.

"Para Lewis. Así no" intentó quitarse al mayor, pero este insistía en continuar.

Desesperado empezó a luchar sin mucho éxito, no quería perder su virginidad a los 15 años. ¿Ahora quien podría salvarlo?

"¡Hey tu!" Una voz infantil resonó en ese gran patio.

Ambos se concentraron en la pequeña silueta. Un gran sombrero sobre su cabeza y en su mano una piedra. Apuntaba directo a la espalda del mayor.

"Piérdete enano, estamos ocupados" sonrió burlón Lewis.

Pero el menor no se movió, y aquel comentario no hizo más que enfurecerlo.

Sergio preocupado por lo que podría pasar hablo.

"Déjalo en paz" casi gritó enojado.

Lewis no parecía aquel muchacho tierno que le gustaba. A la mínima muestra de contradicción lo lanzó contra el suelo. Lo hizo caer de lado, afortunadamente solo golpeó su pierna y parte de su brazo.

Max había observado todo aquello, en pánico lanzó la piedra a Hamilton. Este se sorprendió y cuando estaba apunto de acercarse al pequeño demonio las puertas se abrieron dejando ver al imponente Antonio, hermano de Sergio.

Aprecio la escena frente a el.

Su hermanito en el suelo con cara de espanto, Lewis levantando el puño a su pequeño vecino y Max con un montón de piedras.

"Tienen dos segundos para explicarlo todo"


---------------------------------------

Max es un pequeño héroe. 💖

Además:

Max: 10.
Lewis: 17.
Antonio: 20.
Carlos: 15.
Charles: 14.
Victoria: 6.

Bailemos. [Chestappen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora