Alicia...

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En alguna calle de la gran ciudad de Londres, una chica llamada Alicia, de cabello rubio maltratado y sucio, ojos azules, alrededor de 17 años de edad, con un vestido de color azul roto y desgastado, camina por las calles en la oscuridad de la noche, con la mirada perdida, bajo el efecto de diversas drogas y con necesidad de consumir más.

En un callejón, ve a dos vagabundos consumiendo algo de cocaína. Ella decide acercarse para obtener un poco también.

-Necesito algo de eso -dice en un tono de desesperación.

Los vagabundos, también fuera de sí, deciden compartir algo con ella.

Alicia se sienta junto con ellos a consumir algo de cocaína. Los vagabundos creen que Alicia es muy hermosa, así que aprovechan que ella está fuera de sí.

Uno de los vagabundos toma a Alicia por la parte de atrás y comienza a abusar de ella.

-Eres perra -dice el vagabundo, mientras continúa abusando de Alicia.

El otro vagabundo la toma por la parte delantera y empieza a hacer lo mismo.

-Hazlo bien y te daremos más que solo cocaína -dice el otro vagabundo.

Alicia, que sigue fuera de sí, no pone resistencia alguna. A ella le da igual, mientras le sigan dando algo que consumir.

Después de algunas horas, los vagabundos se aburren y la dejan tirada en ese mismo callejón. Alicia se queda allí, desnuda, con moretones en su cuerpo y la mirada perdida.

Al incorporarse nuevamente, Alicia ve una inyección que contiene heroína. La toma y, sin pensarlo dos veces, se la inyecta en el brazo.

Al cabo de unos minutos, comienza a sentir los efectos, empieza a alucinar y a delirar.

-¿Por qué...? -dice con un tono tenue.

-Necesito... más... -Se siente confundida y perdida.

Las alucinaciones de Alicia se intensifican, y a lo lejos ve a un conejo blanco.

El conejo solo tenía una oreja, estaba casi en los huesos y llevaba un pedazo de tela viejo y roto como prenda, arrastrando un reloj por el piso. -Es tarde -repetía el conejo mientras caminaba a un ritmo lento y cansado.

Al verlo, Alicia se coloca los trapos a los que llama ropa, guarda la poca droga que le queda y decide seguir al conejo.

Alicia sigue al conejo, aún fuera de sí, pero lo suficientemente consciente para caminar un poco más.

El conejo se dirige a una alcantarilla. -Es tarde -repetía constantemente mientras arrastraba su reloj.

Alicia sigue al conejo hacia la alcantarilla.

Alicia tropieza y cae en la alcantarilla. Al entrar, comienza a caer por un gran pozo que parece no tener fin; era muy oscuro, sombrío, silencioso y aterrador. Mientras caía, Alicia comienza a sentir su cabeza más ligera y a recuperar la conciencia...

Continuará...

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⏰ Última actualización: Aug 10 ⏰

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