Días Rojizos ✓Parte #1

~Cap. #6

Nina

—Buenos días señoritas —un amable señor nos atendió en caja, cabello blanco, bajito y panzón—. ¿Puedo ayudarlas en algo?

—Buscamos a Thiago Wilson.

—¿Vienen de parte de quién?

—Ava Wilson —el señor nos vio de arriba a bajo, regreso a nuestros rostros, y nos dedico una amable sonrisa de boca cerrada.

—Bella... —llamó por encima de nuestro hombro, ambas volteamos.

—¿Diga? —una joven de más o menos veintitres años, salió de unos estantes detrás de nosotras, con unos paquetes de cubiertos en las manos. Sus ojos esmeraldas se clavaron en el señor, su cabello color miel era extremadamente corto, tapando apenas un poco de sus orejas, y su flequillo caía en sus párpados era delgada, y algo bajita. Llevaba el uniforme del local puesto, que componía en una camisa azul rey con pantalones de vestir azul marino, llevaba unas botines suela alta.

—¿Puedes hacerte cargo de la caja mientras llevo a estás senoritas al jefe? —la chica ahora nos miró a nosotras de arriba a bajo, colocó lo que llevaba en las manos en uno de los estantes, y se dirigió a la caja.

—Siganme —indicó el señor pasando entre los estantes para llegar al final, dónde yacía una puerta, dentro de esta habían muchos productos empaquetados, a la izquierda había otra puerta, con un cartel que decía Thiago Wilson.

—No puedo creer que de verdad estemos en esta porquería —se quejó Charlotte solo para mí.

—Es lo que tenemos —murmure, para que el señor que iba adelante de nosotras, no escuchara.

—Aun podemos irnos — propuso la rubia, susurrando muy cerca de mi oído.

Él señor se detuvo frente a la puerta y se volteo a nosotras, con una sonrisa amable.

—Ya estamos aquí, ahora vamos —susurre, sin despegar la vista de al frente, le sonreí al señor, que no había escuchado nada, ya que nos habíamos quedado atrás. La arrastre por la espalda hasta que estuvimos al lado del canoso, que se volteo para tocar.

—¡Adelante! —se escuchó desde el interior.

El señor canoso, abrió lentamente la puerta y se asomó: —Buenos días, unas señoritas lo quieren ver... —no logré escuchar lo que le respondía el hombre de adentro, pero asumí que fue positivo ya que el señor canoso, termino de abrir la puerta, para que nosotras entraramos.

—Pasen chicas —un hombre joven de veintipico años, con traje, caballo tan negro como el carbón, ojos azules, guapísimo nos recibió, él estaba sentado en su escritorio.

Antes de entrar me dirigí al canoso: —Muchas gracias —él asistió con la cabeza y se marchó.

Una vez en el interior, se escuchó la puerta cerrarse, dejándonos con el joven.

—Siéntense por favor —obedecimos. Sus ojos azules jamás abandonaron a mi amiga, ella venía vestida con jeans ajustados a sus piernas, bota ancha, una blusa azul celeste, mangas cortas y cuello V, con una frase muy motivadora que decía:

Yo trabajo ¿Y qué?

La había mandado hacer para traerla especialmente al trabajo, pero lo que no sabía era que nos darían uniformes.

—Mi nombre es Thiago Wilson, mucho gusto —extendió su mano para que nosotras la estrecharamos.

—Mucho gusto, Nina y ella es... —Char termino por mí.

—Charlotte, puedes llamarme Lotty o también Lotte, o Char —la rubia se levantó con mucha emoción estrechando su mano, mientras le sonreía coquetamente.