Siempre fuiste tu

Capítulo 2

SERENA

El regreso de los Jones era lo que menos podía esperarme, sobre todo el reencuentro con Clarissa. Tenía sentimientos encontrados, ya que ella fue la primera chica la cual me gustó, pero por su puesto, yo en ese entonces cuando era una cría no sabía que era posible que te pudiera gustar alguien del mismo sexo, así que simplemente pensaba que era una amiga a la cual la quería demasiado, sin embargo, me cuestionaba bastante, porque cuando a Clarissa le gustaba un chico, sentía celos y al pobre niño lo odiaba con mi vida, o las veces que se maquillaba con los cosméticos de su madre y yo quedaba embobada mirándola. Cuando se mudó a España fue bastante triste y doloroso para mí, recuerdo haber estado deprimida por varias semanas. Mis padres notaron que no extrañaba solo a mi amiga, sino que a la chica que me gustaba y tuvieron una conversación conmigo. Ellos siempre han sido muy liberales, por el contrario de la familia Jones, quienes son demasiado conservadores. Recuerdo cuando mamá y papá me sentaron en la sala de estar. Ellos me dijeron que no tuviera miedo de sentir amor por una chica, que jamás estarían decepcionados de mí y que lo que más les importaba en la vida es que fuera feliz, me amaran y respetaran.

— Faltan tres horas para que lleguen los Jones a cenar y aún no decido qué preparar. — Mamá se sentó a mi lado en el sillón y suspiró con frustración.

— Deberíamos pedir comida rápida. — Apareció papá saliendo de la cocina con una cerveza en la mano. Sonreía vacilón.

— John, dios mío. Hay que recibir bien a los Jones. No los vemos hace ocho años. — Estiró la cabeza hacia atrás mirando el techo mientras soltaba una risa.

— Suegra, prepararlo con amor es lo que cuenta. — Ivy, mi novia intentó darle ánimos a mi madre. — Si gusta puedo ayudarle en la cocina.

— Pasta. — Solté al aire mientras tenía a mi hermano Charles en mis brazos  y le estaba dando el biberón para que luego tomara su siesta.

— ¿Pasta? — Preguntaron todos al unísono.

— Es la comida favorita de Clarissa. — Los miré a todos. Mi novia hizo un gesto el cual asumí que fue porque se sintió incómoda, ya que ella sabía sobre Clarissa y para intentar arreglar la situación añadí otra cosa. — Y a los Jones les encanta la comida italiana, recuerden.

— ¡Claro! — Se levantó de un salto con emoción. — ¡Se me ocurrió una gran idea! — Su tono de voz resonó por toda la sala.

— Olivia, el niño acaba de dormirse. — Papá la miró con los ojos abiertos demostrando susto. Dejó su lata de cerveza en la mesa y me arrebató a Charles de mis brazos. — Lo llevaré arriba a su cuarto, amor. — Le avisó a mi madre, dándole un beso en la frente y se dirigió hacia las escaleras.

Amaba la relación de mi padre y mi madre. Papá es un roquero empedernido con un carácter fuerte e imponente y mamá tiene complejo de hippie, suele ser siempre alegre y positiva. Tiene un brillo precioso pero lo que más tienen en común es su sentido del humor. Siempre se trataban con amor y respeto, aunque surgieran diferencias. Ellos sabían resolverlas de manera pacífica. Tienen una conexión que parece casi irreal, se la pasan entre risas y caricias, son completamente un team y gracias a ellos tengo una visión del amor muy bonita, a pesar de que no me doy fácilmente con la gente, solo con quienes considero que se lo merecen.

— Serena, hija. — Puso cara tierna. Ya sabía que me diría. — Sabes que te amo.

— Está bien, madre. — Giré los ojos y reí. — Haré la cena. — Me levanté del sofá, tome la mano de Ivy para dirigirnos a la cocina. — Vamos, preciosa, serás mi asistente.

— Amo verte cocinar, encantada soy tu asistente. — Me dio un beso corto.

— Mamá, saldrá todo bien. — La abracé a medias al pasar por su lado. — Tranquila.