Alfa Estúpido | Chestappen [EDITANDO]

~TRES' ☀️

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Sábado.

Checo se despertó con el sonido de alguien tocando la guitarra en la sala, por lo que se levantó de su cama desorientado y camino hacia la sala para ver quien era la persona que estaba tocando la guitarra un Sábado tan temprano.

Realmente era extraño escuchar a alguien tocar la guitarra en su casa y más en Sábado; porqué normalmente los Sábados por la mañana amanecía con la casa sola, pues Charles y Max solían irse de fiesta el Viernes y no volvían hasta la tarde del día siguiente.

El pecoso se congeló al ver a Max en el comedor con la guitarra en sus manos, vestido con un pantalón de pijama y una camiseta azul, realmente atractivo, tocando con paz y tranquilidad la guitarra, transmitiendo una calidez en Checo.

Realmente le sorprendió esa escena.

El ver a Max en Sábado con pijama y tocando la guitarra no era algo común.

Normalmente a estas horas el alfa estaría en la casa de algunos de sus amigos despertando con gran dolor de cuerpo y cabeza por la cruda, a consecuencia de haber bebido tanto y con alguna omega a su lado, pero no, ahora estaba en la sala vistiendo pijama como si fuera cualquier otro día, resultándole totalmente extraño al pecoso; sumándole que Checo no tenía idea de que el alfa tocaba la guitarra.

—¿Qué tanto miras, cachorro? —preguntó el alfa con su voz ronca y lenta, sacando al pelinegro de sus pensamientos.

—Yo... no sabía que estabas aquí, ni que tocaras la guitarra, me sorprendí. Lo siento, no quería molestarte —contestó, decidido a seguir su camino y tomar un vaso de agua, aprovechando que ya estaba cerca de la cocina.

—No me molesta. Solo se me hace...

—¿Raro? —preguntó el pecoso con su vaso de agua en las manos.

No quiere incomodar a Max, era lo menos que quería.

—No —negó Max—, se me hace inusual.

—Eso es sinónimo de raro —respondió Checo.

—No para mí.

El pelinegro no quería pelear y mucho menos hablar con él para ser sincero, sentía que cualquier cosa que dijera lo dejaría en vergüenza con el alfa; sería mejor irse a su cuarto y hacer algunas tareas pendientes y tal vez después de terminar, ver algunas series, era un plan perfecto para Sábado, por lo menos para Checo.

—¿Te gusta? —preguntó Max al ver que el pecoso no se movía de su lugar.

—¿Qué? —preguntó Checo sin entender.

—¿Qué si te gusta cómo toco la guitarra?

—Si —contestó suave.

—¿En qué pensaste?

—En nada —negó Checo con la cabeza.

Max rio, esa risa si le gustó a Checo y se maldijo por ello.

Después de la tranquila risa de Max el lugar quedó en silencio por unos segundos, y Checo creyó que era el momento correcto para salir corriendo a su habitación, pero en eso Max habló.

—¿Él te gusta? —preguntó remarcando la palabra él.

—¿Qué? ¿Quién? —preguntó Checo confundido.

—Ese, el tal Carlos —dijo con disgusto y rodando los ojos.

—Si, él me gusta —se atrevió a responder.