Alfa Estúpido | Chestappen [EDITANDO]

~NUEVE' ❣

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—¡Auch! —se quejó el alfa de dolor al sentir el alcohol en su herida.

—Ni te quejes, tú te lo buscaste —lo regañó Charles, pasando de nuevo el algodón con alcohol por su herida.

—Arde, no duele —gruñó Max.

—Es lo mismo. ¿Por qué te peleaste con Lewis? —preguntó el castaño.

—No lo sé —respondió, esforzándose en no quejarse por el ardor en sus heridas.

—Si lo sabes. Escuche que te peleaste por mi hermano, eso es lindo y te lo agradezco. Pero ¿por qué golpeaste a uno de tus mejores amigos por Checo?

—Usó su voz de alfa con él —gruñó—. Debía defenderlo, es tu hermano y es un omega.

—Ajá, ¿y? Yo igual soy omega y tu mejor amigo, has visto a miles de alfas jodiéndome y nunca me has defendido.

—Tú ya estás grande. Él apenas es un cachorro que se acaba de presentar.

—¿Es por eso que lo defendiste? —pregunto el castaño sin creerle.

—Claro, ¿por qué más lo haría? —contestó Max encogiéndose de hombros—. Además, tu olor es asqueroso —bromeó.

—¿Disculpa? —chilló Charles indignado—. Mi aroma es el más hermoso de este planeta.

—No, no lo es.

—¿No? ¿Y cuál es según tú? —preguntó el omega, interesado por la respuesta de su amigo.

—Vainilla con... —Max se cortó cuando se dio cuenta de lo que estaba respondiendo—. Nada —dijo rápidamente corrigiendo su error.

—¿Ibas a decir vainilla con canela? —preguntó el castaño riendo burlonamente.

—No. Claro que no —negó el alfa repetidas veces.

—Qué curioso. Justo ese es el aroma de mi hermano.

—No, no iba a decir eso. Apúrate a curarme, mejor —dijo el alfa desviando el tema.

—No soy idiota Max. Te conozco y soy omega también, sé lo que está pasando.

—¿Sí? ¿Y qué está pasando según tú? —preguntó el alfa.

—Checo es tu omega —respondió, el alfa se congeló sin saber qué responder, se puso tenso y nervioso—. ¿No es así? —preguntó el castaño divertido por la reacción del rubio.

—Checo...

—Charles, ¿no has visto mi celular? —preguntó Checo entrando a la sala, interrumpiendo la respuesta del alfa.

Max miró al pelinegro y sus pupilas se dilataron.

Charles lo notó y sonrió malvadamente con una idea cruzando por su mente.

—No, no lo he visto —respondió.

Checo suspiro desesperado, comenzó a buscar su celular por toda la casa.

—¡Hermano! —llamó Charles y el pelinegro lo miró—. Se me ha olvidado comprar algo para la cena.

—¿Quieres que vaya a comprarlo? —cuestionó Checo confundido.

—No, es algo muy especial, no vas a poder comprarlo —dijo el castaño levantándose de su lugar y caminó hacia su hermano.

—¿Me estás diciendo tonto? —preguntó molesto Checo.