Nos acostamos en el sofá aun besándonos, Rai quedando encima de mí, mientras sonreia entre cada beso, cuando nuestros labios se separaban y renaudaban.
Sus manos hicieron un camino de caricias a través de mi cuello, hasta pasarlas por debajo de él. Ahora, mi cabeza estaba apoyada entre sus brazos mientras nuestras lenguas seguían acariciándose y de vez en cuando dando pequeñitas mordidas a nuestros labios. No lo puedo negar, estaba disfrutando mucho del beso y el alcohol no me ayudaba de ninguna manera a controlarme. Ademas, si le sumamos el hecho de que Rai besaba demasiado bien. Yo a estas alturas ya estaba lejos de poder detener lo que estaba sucediendo.
Decididamente llevé mis manos hacia su espalda, acariciándola a través de su ropa hasta llegar al inicio de sus nalgas, donde me quedé por un momento. Abrí los para ver a Rai y estaba con los ojos cerrados, al parecer bastante sumida en el beso. De inmediato recuerdos de lo que habia ocurrido esta mañana vinieron a mi mente 'Rai con los ojos cerrados, acariciándose el abdomen, amasandose ambos senos, su boca ligeramente abierta, casi desnuda y el cuerpo brillante. Fue demasiado...'
Perdí el control y mis manos fueron a dar a su trasero, las cuales rodeé con las palmas bien abiertas y apreté fuertemente. Rai soltó un gemido en mi boca y jadeo, al parecer excitada. Casi de inmediato, apretó más sus brazos alrededor de mi cuello y empezó a apretar mucho más su cuerpo contra el mío
Seguí acariciando por unos minutos más, hasta que una de mis manos caminó debajo de su blusa, sintiendo su piel suave. Subí mi mano por su espalda lentamente hasta sentir la tela de su sujetador. Empecé a tratar de desabrocharlo y casi de repente, Rai se alejó de mis labios, sacó sus brazos de mi cuello y se apoyó con sus manos sobre el sofá. Mirándome fijamente sin ninguna expresión en su rostro. Sus ojos tenían un fuerte brillo y su mirada era casi inexplicable.
Unos segundos después, en su cara se hizo una gran sonrisa. Se inclinó hacia atrás de manera que quedó sentada sobre mis caderas con sus muslos apretandome a cada lado.
- ¿Qué pasa? - Pregunté. Se inclinó de nuevo y puso su rostro sobre el hueco de mi cuello donde sentí su aliento caliente. Después mordio suavemente, lamio y besó. - ¿Que pasa? - Pregunté nuevamente - ¿Acaso, no es lo que quieres?
- Si - respondió - Si, es lo que quiero - Se inclinó nuevamente y apoyo su barbilla en la mia - Pero no ahora - Sonrio - No así.
- No así. ¿A que te refieres? - Ni siquiera sabia por que le preguntaba eso. Lo ideal sería que la empujara y corriera. Pero no lo hice. ¿Tal vez por que... Estaba excitada hasta el infierno?
- Me refiero a que, ese paso lo daremos cuando yo sea tu novia y no estés ebria - sonrió y trazó la forma de mis labios con su dedo indice.
- ¿Por qué estás tan segura de que serás mi novia? - Pregunté sonriendo. Si, definitivamente era el alcohol.
- Por que lo que quiero, lo consigo - soltó una risita - Y tú eres lo que quiero.
- Tú sabes que tengo novia, ¿no? Y la amo - De eso no tengo duda.
- Eso no será por mucho tiempo - besó mis labios - Te lo aseguro - Me guiño un ojo, ¿Acaso podia responder a eso? Esta chica si que era decidida.
Sonrió, me besó de nuevo y susurró cerca de mis labios.
- Ahora, deja de balbucear tonterías por que voy a jugar un poco. Esperame aquí - Se levantó de mi y salio corriendo a no se dónde.
Traté de levantarme del sofá para escaparme a mi habitación, pero la cabeza me dio un vuelco y me mareé. Empecé a ver negro y tuve que sostenerme contra el brazo del sofá unos segundos, hasta que se me pasara el efecto.
En ese instante llegó Rai.
- Hey, ¿qué haces? Acuéstate - Me empujó suavemente de los hombros y volví a caer de nuevo al sofá - ¿Qué tienes?
- Nada. Solo me voy a mi habitación - Traté de levantarme de nuevo. pero de igual manera, me sostuvo de los hombros y no me dejó hacerlo.
- No te irás a ninguna parte. Ya te dije que quiero jugar - Se subió al sofá sentándose nuevamente con los muslos a cada lado de mis caderas y me apretó fuertemente. Ni siquiera pude protestar. Estaba tan mareada - Mira lo que traje - en sus manos traía lo que me parecía un frasco de chocolate. ¡Asi que fue a la cocina!
- Rai, por favor, ya fue suficiente - Gemí enojada.
- Nunca va a ser suficiente, Alo - apretó más su agarré en mí y empezó a destapar el frasco de chocolate. - Los besos son mejor si saben a dulce - quitó la tapa y la lanzo quien sabe a dónde - Aunque los tuyos me gustan como sea - río pícara y se inclino de nuevo hacia mi, recostando su cuerpo sobre el mio. ¡Mierda! Sentí sus pechos.
Echó un poco de chocolate en uno de sus dedos y lo paso por mis labios, untándolos completamente. Se inclinó hacia mi boca y empezó a lamerme. Echaba más y más chocolate mientras seguía lamiendo. En este momento yo era una roca, sin ninguna movilidad.
Luego echó el chocolate directamente en mi labio inferior roto y comenzó a trabajar en él, pero está vez, mirándome directamente a los ojos. ¿Me podia mover? No. ¿Me queria mover? Tampoco. La verdad es que esto me tenia encendida como loca.
Al cabo de un rato dejo mis labios - ¿Te está gustando el juego? - Ni siquiera respondí. parece que me hubiera tragado la lengua - lo tomaré como un sí.
Entonces, sentí el líquido en mi garganta y despues a Rai chupando allí, como si su vida dependiera de ello. Fuertes gemidos salían de mi boca. Rai estaba haciendo un trabajo exquisito en mi garganta, alternaba entre moder y chupar por donde regaba el chocolate
Al cabo de unos minutos más tarde, se detuvo muy sonriente.
- Veo que estas disfrutándolo ¿Quieres hacerlo tú? - Se inclinó de nuevo hacía atrás. Y de la nada se quitó la blusa y la puso sobre el espaldar del sofá ¡Oh dios! Su sujetador era rosa.
Soltó una risita y comenzo a llevar sus manos hacia atrás y como si dios me odiará, su sujetador fue cayendo casi en cámara lenta. ¡Mierda!
lo mismo que habia visto desde mi ventana y cuando entró a mi cuarto ahora estaba frente a mí. Me empapé, fue inevitable... Completamente.
- ¿Te gustan, Alo? - Sonrió. Tragué saliva, totalmente incrédula y mis ojos estaban abiertos. Si lo anterior me habia traumado. Esto era el fin de mi vida - Son solo tuyos.
Los dedos de mis manos me picaban, estaba seguro de que no iba a aguantar mucho y me iba a lanzar sobre esos perfectos pechos. Y como si no fuera suficiente para mi, cogió el frasco de chocolate y se lo untó en el. Listo para que yo lo probara.
- Es para que lo pruebes. Si necesitas más chocolate, no dudes en decirmelo - sonrió y empezó a inclinar su pecho hacia mi rostro. Cerré los ojos lista para probarlo. Pero de repente escuchamos el motor de un auto que nos sacó de nuestro momento. Rai se detuvo pero no se bajo de mi
El motor dejo de sonar y lo siguiente que oímos, fue la cerradura de la puerta principal tratando de abrirse...
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𝗦𝗘𝗥𝗔𝗦 𝗠𝗜 𝗡𝗢𝗩𝗜𝗔 || ʀᴀɪʟᴏ
Fanfiction¿Qué pasa cuando la novia de tu padre se muda a tu casa, y con ella, su linda y sexy hija? Alondra michelle lopez es una universitaria, buena onda, amigable y abiertamente lesbiana, que ha vivido sola con su padre durante ocho años. Pero él, de rep...