❥....El truco está en aparentar no saber nada, para ver hasta dónde es capaz de llegar la hipocresía...❥
—A esta dirección por favor—dijo mientras le pasaba el teléfono al conductor del taxi
—Bueno señorita—dijo el taxista mientras le devolvía el teléfono
luego a ella mientras le dio por mirar la hora en su teléfono se dio cuenta lo tarde que era
—Mierda, no me jodas Son las 8 de la noche tan tarde es?!—dijo ella entre dientes mientras su mirada enfocaba los edificios por los cuales pasaba.
solo esperaba que cuando llegara no esté el cuatro ojos ahí para darle algún regaño.
No quiere lidiar con el temperamento de Oliver el día de hoy...
(...)
TN se bajó del taxi con pasos rápidos. Las luces parpadeantes de la ciudad la seguían como un himan mientras caminaba hacia la entrada del apartamento.
TN—(Ya es suficiente por hoy)—pensaba, mientras sus pasos resonaban en el pavimento.
TN—(Espero que Oliver no esté ahí para sermonearme..)—Pero claro, la vida no suele ser tan misericordiosa.
Apenas giró la llave en la cerradura, la puerta se abrió de golpe, revelando a Oliver, con sus gafas reflejando la luz del pasillo y esa típica expresión de no mostrar emociones que TN encontraba irritante
Oliver—¿Dónde demonios te metiste, TN? ¿Sabes lo que me hiciste pasar?—Dijo con voz firme
TN levantó una ceja, su mirada un poco afilada. El día había sido un infierno, y la última cosa que necesitaba era un interrogatorio.
TN—(¿Quién se cree que es)—pensó mientras dejaba su bolso sobre una silla. Pero Oliver no parecía dispuesto a ceder e ignorar la situación. Después de todo, él era el dueño de la casa, y ya habían acordado que bajo su techo, las reglas las ponía él.
TN—No es asunto tuyo, Oliver. Necesitaba tiempo para mí. ¿Eso es un crimen ahora?—comentó de una manera brusca pero tratando de tranquilizarse a la vez
Oliver—No, pero desaparecer sin decir nada sí lo es, especialmente cuando hemos hablado de esto. No puedes seguir actuando como si estuvieras sola en el mundo, TN. Vives aquí, bajo mis reglas, ¿recuerdas?—compartió con obviedad
La tensión en la habitación era hostigante, casi se podía cortar con un cuchillo.
TN lo miró directamente a los ojos, su esencia de Alfa pulsando bajo la superficie. Oliver lo sabía, sentía esa energía dominante que TN desprendía, pero no iba a dejarse intimidar. Él había cedido muchas veces antes, pero esta vez, no. Esta vez, iba a ser diferente.
TN—¿Tus reglas, eh? No olvides que, aunque viva aquí, no soy una de tus marionetas, Oliver. No necesito rendirte cuentas a cada paso que doy.—respondió mientras se acercaba lentamente hacia Oliver con su mirada fija en él
Oliver respiró hondo, tratando de mantener la calma. Sabía que confrontar directamente era como echarle gasolina a un fuego ya encendido, pero había llegado un punto donde ceder ya no era una opción.
Oliver—TN, no estoy pidiéndote que me cuentes todo, solo que no me dejes en el olvido. Cuando vives bajo este techo, hay responsabilidades compartidas. Esto no se trata de control, se trata de respeto mutuo—trato de calmar la situación
