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 ⁠❥⁠..Cuando te toque ser el martillo golpea. pero golpea con todas tus fuerzas para que cuando te toque ser clavo aguantes .. ⁠❥⁠



















—Mañana, pequeño. Mañana resolveré esas dudas de mi mente—Pero por ahora, tenía algo más importante que hacer: ser un padre presente y amoroso.

A la mañana siguiente, justo cuando el reloj marcaba las 7:00, el chico Omega estaba sentado en su oficina nuevamente, con el teléfono en la mano y el currículum en la mesa. Con el recuerdo de la noche anterior aún fresco en su mente, respiró hondo y marcó el número.

Las respuestas a sus preguntas, y tal vez algo más, estaban a punto de revelarse.....

(...)
TN se levantó de golpe a las 5 de la mañana, el sudor frío aún marcaba su piel, pero su mente estaba más despejada que nunca. La discusión con Oliver la había dejado agotada, tanto mental como físicamente, pero al mismo tiempo, le había permitido desconectar por un rato, como si por fin hubiera soltado una carga pesada.

TN—Dios... qué noche más loca —murmuró mientras se estiraba en la cama, mirando el techo como si éste le diera respuestas

TN— Pero bueno, todo pasa, ¿no?—Se levantó lentamente, caminando por su habitación en silencio, sus pasos apenas audibles contra el suelo de madera.

Miró su reflejo en el espejo: cabello despeinado, mirada aún algo perdida, pero una ligera sonrisa cruzó sus labios. Recordar su pasado siempre tenía ese efecto dual. Un poco de melancolía mezclada con orgullo.

TN—El viejo estaría tan orgulloso —susurró mientras recogía su cabello en una coleta

TN—.Todo lo que pasamos juntos... los días de trabajo duro, los sacrificios. Y esos demonios de mis hermanos... qué fastidiosos eran.

TN se rió un poco, recordando cómo sus hermanos siempre intentaban imitarla, queriendo estar a su altura. Sabían que nunca podían con ella, pero ahí estaban, dando guerra. Aunque también, no todo había sido tan bonito. También había recuerdos que le apretaban el pecho.

TN—El maldito rechazo... —dijo en voz baja, como si fuera un secreto que no quería que nadie más oyera

TN—Todos esos momentos en los que me miraban mal solo por ser diferente. Por no encajar. ¿Qué carajo saben ellos?—El aire fresco de la mañana entró por la ventana cuando la abrió.

Necesitaba despejarse, no podía dejar que esos pensamientos la dominaran.

No después de todo lo que había logrado. Decidió salir a correr. Sentía que el movimiento la ayudaría a liberar la tensión acumulada de la noche anterior.

TN—No puedo dejarme caer ahora —se dijo a sí misma mientras ajustaba sus zapatillas de correr

TN—Si sobreviví a todo aquello, ¿qué es una simple discusión con Oliver?

Al salir a la calle, el frío de la mañana le golpeó la cara, despertando por completo sus sentidos. Empezó a correr, sus pies golpeaban el asfalto con fuerza, cada paso la alejaba un poco más de los recuerdos amargos y la acercaba a la libertad que solo el movimiento podía darle.

Correr la hacía sentir viva, como si nada pudiera detenerla.

TN—El viejo siempre decía que para avanzar, hay que mirar hacia atrás solo lo justo —dijo en voz alta, dejando que el viento se llevara sus palabras

TN—Pero también hay que empujar hacia adelante, como una bala...—Mientras seguía corriendo, la imagen de su padre se desvanecía, reemplazada por un sentimiento más fuerte

La determinación. Todo lo de atrás Que hará su futuro empujar hacia atrás.

Oliver, el rechazo, las miradas de los demás... todo eso quedaba atrás. Lo importante ahora era el futuro, desde hoy .... lo que construiría para sí misma.

TN—A seguir dándole, TN —se animó a sí misma con una sonrisa torcida

TN—El mundo no se va a parar por ti, así que tú tampoco te pares por él.

(...)

A las 6:30, TN llegó de su carrera con la respiración agitada pero el cuerpo relajado. Al doblar la esquina para entrar al edificio, lo primero que vio fue a Oliver en la entrada.

Estaba ahí, de pie, con su porte serio, ese mismo que siempre llevaba, como si fuera imposible sacarle una sonrisa. Las gafas, como siempre, ocultaban cualquier posibilidad de saber qué estaba pensando o a quién miraba exactamente.

TN—Oh, mierda... Esto va a ser incómodo para los dos —murmuró TN para sí misma, rodando los ojos.

Sin embargo, no estaba dispuesta a darle importancia. Pasó de largo, ignorándolo completamente.

No había espacio en su cabeza para otra discusión o para tratar de entender qué le pasaba por la mente a Oliver. No cuando su propio mundo parecía estar desmoronándose poco a poco.

Él no dijo nada, ni siquiera la miró. O al menos, no que TN pudiera notar. Estaba acostumbrada a ese comportamiento.

Siempre tan serio, tan enigmático, como si llevara un peso sobre los hombros del que nunca hablaba. Pero ahora no importaba. TN tenía otras cosas más urgentes en qué pensar.

Subió rápidamente a su cuarto y cerró la puerta detrás de ella, dejándose caer sobre la cama. Estaba agotada, tanto física como mentalmente, pero sabía que no podía relajarse del todo. Tenía que seguir con su día.

TN—Esto es un desastre —dijo en voz alta, dejando salir una risa seca

TN—Entre lo de Oliver y la maldita entrevista... todo es un caos.—Se levantó y empezó a buscar ropa cómoda para meterse al baño.

Pero antes de darse una ducha, decidió bajar a la cocina para prepararse algo rápido. Su estómago gruñía después de la carrera, y el café de la mañana no era suficiente para sostenerla. Se hizo un sándwich y un vaso de agua, y mientras comía, no podía dejar de pensar en lo que le esperaba.

TN—¿Me habrán llamado ya de alguna empresa?—se preguntaba, mirando de reojo su celular

TN—.Si en la empresa de Oliver no me dan el puesto, ¿qué voy a hacer? ¿Y qué tal que ninguna de las otras me acepte? Ya no puedo pasar otra semana sin trabajo, esto es una pesadilla...—La migraña empezó a asomar, esa presión familiar que le apretaba las sienes cada vez que pensaba en la posibilidad de quedarse sin trabajar otra semana más

La incertidumbre la estaba desgastando.

Para distraerse, siguió comiendo y mirando el reloj. Las 7:05. Justo cuando estaba por terminar su sándwich, su celular empezó a sonar.

TN se detuvo en seco, mirando la pantalla. Un número desconocido.

TN—No contesto números desconocidos —se dijo a sí misma en automático, levantándose de la silla y recogiendo el plato.

Sin embargo, algo la hizo dudar. Guardó un pequeño rayo de esperanza de que fuera una noticia buena.

Tal vez, después de todo, alguien había revisado su hoja de vida y quería darle una oportunidad.

Aunque su mente seguía confusa y un poco perdida entre todas las aplicaciones de trabajo que había hecho, algo en su interior le pedía que no ignorara esa llamada.

TN—Bueno, ¿y si es algo bueno? —murmuró, mirando el celular que seguía vibrando en la mesa.

Tomó aire, y sin pensarlo más, decidió contestar....
























Hasta Aquí libros y libras
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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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