Al día siguiente fueron a organizar la villa para esos días que estarían allí.
Rai miró a su alrededor mientras preparaban la villa para el fin de semana. El sol brillaba intensamente, y el ambiente era agradable. Sin embargo, había algo en su interior que no podía ignorar. Mientras Alondra organizaba las bebidas y Rodrigo se ocupaba de visualizar el sitio tan bonito en el que estaban, Iván organizando sus cosas en el cuarto en el que dormiría con Rodrigo. Rai sentía una mezcla de emoción y nerviosismo que intentaba ocultar. No quería preguntar, pero sabía que le tocaría dormir en el mismo cuarto que Alondra, no había visto las habitaciones pero por lo que se imaginaba solo había una cama grande.
Además, la noche anterior aún resonaba en su mente. Había estado sola en su habitación, el silencio la envolvía, pero no pudo evitar dejarse llevar por sus pensamientos sobre Alondra. Sus gemidos habían escapado de sus labios sin que pudiera controlarlo, y en un momento de locura, se había dejado llevar por la idea de que Alondra podría escucharlo. La imagen de ella apareció en su mente, y el deseo se encendió aún más.
Mientras organizaban las cosas, Rai se esforzaba por actuar con normalidad. Pero había un peso en su pecho, un secreto que la hacía sonreír nerviosamente cada vez que Alondra la miraba. Sabía que Alondra había escuchado lo que pasó anoche, era imposible que no lo hubiera hecho. Y aunque un pequeño remordimiento la invadía, también había una satisfacción secreta en el hecho de que sus gemidos pudieran haberla excitado.
Rai luchaba contra sus propios sentimientos. ¿Era correcto desear a su mejor amiga? La idea la hacía sentirse vulnerable. Se preguntó si Alondra también había sentido algo esa noche o si todo había sido solo un juego o algo incómodo para ella.
Mientras los demás continuaban preparando todo, Rai trató de concentrarse en los planes del día. Pero en el fondo, sabía que esa noche podría ser diferente.
(Por si alguien no sabe que es, una villa es una casa vacacional, un chalé, una quinta o una finca.)
Después de que todo estuviera en orden y listo para que llegaran los demás, Rai y Alondra fueron a organizar sus cosas.
Mientras Rai y Alondra organizaban el cuarto, el ambiente era algo incómodo pero tentador, Rai intentaba concentrarse en acomodar las cosas, pero su mente seguía divagando hacia el secreto que compartía con Alondra.
Qué te parece esta manta? - preguntó Alondra, sosteniendo una manta esponjosa que había traído. Rai sonrió, intentando desviar su pensamiento.
Está genial, ya que tengo que dormir contigo obligada por lo menos que sea a gusto. - respondió, manteniendo un tono de burla.
Mientras tanto, en el exterior, Iván y Rodrigo se encargaban de recibir a los demás invitados. La puerta de la villa se abrió y entraron Adrián, Alex y Samantha. Iván les dio la bienvenida con entusiasmo mientras Rodrigo ayudaba a llevar las maletas.
Hola a todos! Qué bueno verlos! - exclamó Iván, abrazando a Adrián.
Rai y Alondra terminaron de colocar las cosas y decidieron salir del cuarto para saludar y conocer a los demás. Sin embargo, al abrir la puerta y asomarse al pasillo, se encontraron con una escena inesperada. En el patio ya había varios rostros nuevos.
Quiénes son esos? - murmuró Rai mientras observaba a las personas que no conocían.
Alondra frunció el ceño por un momento antes de sonreír. Vamos a saludarlos! - dijo ilusionada
Bajaron las escaleras y se acercaron al grupo. La primera en acercarse fue una chica rubia y bajita con un estilo algo masculino. Ella sonrió tímidamente cuando las vio.
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100 problemas, tú mi solución. -Railo
FanfictionY entonces, cuando más lo necesitaba, ahí estabas a mi lado. Sin saber bien porqué... me enamoré, no lo entendía y me daba miedo que esto fuera realidad. Soy Alondra, y soy hetero, o eso creía yo. Ella, mi mejor amiga Rai... ¿Todo esto va a acabar...