Manigoldo x Albafica

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Afrodita desperto y al salir de su habitacion se encontro con su padre arreglado viendose al espejo

-¿Saldras tan temprano? -pregunto a la vez que se acercaba.

-Ya es medio dia Dita -respondio y volteo a verlo-. Buen dia por cierto, se nota que estabas cansado

-Los entrenamientos me cansaron supongo -llevo una mano a su nuca y rio con nerviosismo.

-Que tu padre no se entere porque matara a Death mask

-Si papá -mira su cabello-. No has pensado en cambiar de estilo alguna vez

-¿Ah? -se vuelve a mirar en el espejo-. Tu padre tambien me peino una vez y dijo que me quedaba bien pero desde entonces nunca mas lo ha hecho y yo tampoco

-¿Dejas que te haga un peinado? Para sorprender a papá

-Esta bien

Minutos despues

Afrodita le habia dicho a Manigoldo que esperara fuera de la casa cosa que este asi hizo y unos minutos despues Albafica salio tambien pero el peli azul se sorprendio al verlo, no solo era su manera de vestir lo que lo cautivo sino tambien su nuevo peinado, Albafica llevaba su cabello trensado cortesia de su pequeña rosa

-Dita quiso peinarme -lleva la mano detras de su cabeza y desvia la mirada-. ¿Que te parece?

-¿Que que me parece? -Manigoldo se acerco y tomo la mano de Albafica haciendo que este lo viera-

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-¿Que que me parece? -Manigoldo se acerco y tomo la mano de Albafica haciendo que este lo viera-. Estas hermoso mi amor, te dije que cualquier peinado te quedaba bien y no hay falta que lo llevaras suelto todo el tiempo

-Es que ya me acostumbre a eso, desde niño que llevo el caballero suelto

-Pues desde ahora ya no mas. Te peinas tú, Dita o yo pero de que ya no lo llevas suelto ya no lo llevas

-¿Es una orden?

-Si

-Ay Mani -acerca su rostro al del contrario y lo besa-. Gracias amor. Si te gusta creo que podre hacerlo

-Debes hacerlo seguido, te hace ver mas guapo

-Gracias -esta vez fue Manigoldo quien lo beso.

-¿Vamos?

-Si

Ambos se alejaron mientras que desde una ventana del segundo piso su hijo los veia alejarse

-Soy un genio -se felicito a si mismo con una sonrisa y se dispuso a volver a la cama donde su amado descansaba.

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