-¿Es su hijo? -pregunto al ver a un bebé jugar con las flores.
-Si -mira a su hijo-. Se llama Angelo
-Que lindo
-Verdad que si -vuelve a mirarlo-. Serían 200 por favor
-Claro -saca el dinero de su bolsillo y se lo entrega-. Gracias -toma el ramo-. Que tenga lindo dia
-Igualmente
Una vez que se quedaron solos se acercó a su hijo y lo cargo llevándolos hasta el mostrador y sentandolo ahí haciendo que el pequeño lo vea confundido
-¿Sabes que día es hoy Angelo? -el pequeño siguió mirandolo confundido-. Hoy es viernes, lo que significa que tu padre vendrá a vernos, ¿no estás feliz?
-Por supuesto que está feliz -escucho en la entrada del lugar.
Levantó la vista de su hijo y sonrió al ver quién estaba en la entrada
-¿Otra vez? ¿No te cansas?
-¿Que te puedo decir? -camina hacia él-. Esos idiotas son persistentes
-¿No serás tú el persistente?
-Puede que si puede que no -el otro rie-. ¿Como han estado? -revuelve el cabello de su hijo-. ¿Me extrañaron?
-Yo si, pero creo que Angelo no
-¿Como que no? Soy su padre
-Como apenas pasas tiempo con él creo que apenas te recuerda, míralo, ni siquiera reacciono cuando llegaste
-¿Enserio no me recuerdas hijo? -mirandolo.
-Viejo
Al escucharlo el lugar quedó en total silencio hasta que se comenzó a escuchar una risa
-¡Cardinale! -regaño a su esposo.
-Perdon -dejando de reir-. Es que me resulta muy gracioso que te diga viejo
-Tenias que salir igual a mi, hijo -lo carga-. Ya veremos como estas a mi edad
-Siendo un caballero dorado no lo creo
-Tiene cosmos yo lo se
-Como usted diga caballero dorado de Cancer -rodea el mostrador poniéndose a su lado y besa su mejilla-. Bienvenido Death toll
-Ya lo estaba esperando -lo besa.