UNDER MY ORDERS

SECRET

- Minho, escúchame, sé que es... Difícil pero es lo mejor -

- ¿Lo mejor? ¿Enserio crees que es lo mejor? Te amo, Han, mis sentimientos por ti son reales y sé que los tuyos también ¿Por qué no sólo lo aceptas? ¿Por qué no quieres que esto se haga realidad? Dime -

- E-estoy... Confundido -

- Confundido, excelente, lo que faltaba -

- Minho, entiéndelo, esto... E-es demasiado para mí, yo... -

Esperen ¿Cómo es que llegamos a este punto? ¿Por qué estamos aquí?

Vamos a retroceder un poco ¿Les parece?

~ El día anterior ~

Al despertar ambos se sintieron muy diferentes, Minho aún tenía el recuerdo en su mente de cuando anoche Han le dió un beso.

Algo que lo ponía muy feliz, recordar en las cortas palabras que él dijo hacían que su corazón latiera como loco.

- Te deseo... Lee Minho -

Esas cortas palabras hacían que su piel se erizara por completo, era demasiada emoción para él.

Han se sentía culpable, feliz, tonto, satisfecho y estupido, demasiados sentimientos entre si, muy confuso.

Como siempre, había dos partes, la que quiere estar el resto de su vida con su estudiante y la que cree que lo mejor es que se olvide de su estudiante por el resto de su vida.

Una era más complicada que la otra pero la otra era mucho más aterradora que la otra.

Un trabalenguas tan confuso como su romance.

Pero esta vez... Había algo diferente en Han.

Hoy se le había ocurrido algo y sólo tenía dos opciones las cuales ambas no son buenas y digo esto porque las dos implicaban demasiada carga psicológica para él.

No tenía ni idea de lo mucho que esto podría afectarle, tanto a él... Como a Minho.

Obvio seguía demasiado enamorado de ese chico, Minho a sido la primera persona que a pesar de todo lo que hizo lo trató de una forma tan diferente, tan especial.

Nadie había actuado de esa forma con él y si, cometió muchos errores pero se disculpó de la mejor manera, demostrándole a Han que lo amaba.

Minho a sido el único que ha conquistado de esta manera su corazón, el único que ha logrado que sus ojos brillaran aunque sea por unos momentos y el único que logró sacarle lágrimas...

Claro que lo ama, lo adora, quiere estar con él, su corazón ya le pertenece aunque no sean nada pero ¿Qué podía hacer? Su mente lo había puesto en riesgo y sus decisiones nunca llevan a algo bueno.

¿Por qué era tan inútil para estas cosas? Ni él mismo tenía una clara respuesta.

Salió del edificio y al ver a Minho enfrente de él causó una suave sonrisa en su rostro.

- ¿Listo para ir a la escuela? - Abrió su mano ofreciéndola mientras hacía una pequeña reverencia.

El mayor estada dudando pero al final aceptó y entrelazó su mano con la de él, le encantaba estar así.