Han Jisung, 24 años, un chico calmado, responsable y muy tierno.
Tristemente no pudo terminar sus estudios por lo que no le ha ido muy bien.
Empezó a trabajar hoy como maestro de matemáticas, no era su trabajo deseado pero él estaba agradecido de que pudo conseguir empleo.
Por otro lado, siempre trata de lucir lo más masculino posible frente a las personas. ¿Por qué? Porque tiene miedo, miedo de que se burlen de él por ser gay.
Si hablamos del verdadero Jisung, es alguien sensible, tímido y aveces puede llegar a ser alguien muy sumiso.
Y aunque actúe como algo que no es y posiblemente le rompería el corazón a muchas chicas es mejor que nadie lo sepa antes de que suceda un desastre ¿Verdad?
Han Jisung
Hoy me fue de maravilla, tal vez ser maestro sí era algo bonito, enseñar y ayudar a las personas a ser mejores era algo muy lindo.
Todas las clases fueron un éxito y todos me trataron muy bien.
Ahora estaba haciendo algunas cosas en mi computadora pero algo me tenía nervioso.
Sentía que alguien me observaba y que estaba muy cerca de mí pero no lo veía.
Iba a escribir algo pero se cayó mi bolígrafo y me agaché para recogerlo, inmediatamente sentí ahora una fuerte mirada dirigida hacia mi trasero.
Lo quería ignorar pero al final me fui del lugar porque tenía miedo.
Al llegar a casa dejé mis zapatos en la entrada y dejé mi abrigo en el perchero.
Fui a la sala y me encontré a Beomgyu dormido en el sofá; me acerqué y lo abrigué con una sábana que había por ahí.
Sonreí pero luego fruncí el ceño al darme cuenta de que tenía varios raspones en su nariz y tenía un poco de sangre seca en su labio. Quería despertarlo y preguntarle si pasó algo pero tampoco quería arruinar su sueño profundo por lo que me fui a mi habitación.
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Lee Minho
- Será divertido, hace tiempo que no vamos a una fiesta -
- Quisiera pero sabes que mi mamá no me dejaría ir, y menos si es a un bar en donde hay prostitutas y alcohol -
Suspiró quejándose - ¡Vamos! Además puedes conseguir a una chica para esta noche, y te recuerdo que no es sólo un bar, es uno de los mejores bares de Corea -
Lo pensé un poco. Tenía razón, no vamos a fiestas desde hace un tiempo y no es la primera vez que voy a lugares así.
- Ok ¿A qué hora? -
- A las 9, no te olvides - Dijo para después colgar la llamada.
