Desconocidos

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Abel llegaba tarde a la fiesta de su amigo, estaba bien preparado por si la cosa se alargaba. Camiseta negra apretada para marcar esos músculos trabajados en el gimnasio, y vaqueros slim azul marino bien ajustados también. Bajó deprisa hasta la calle para montar en el coche y salir dirección a la fiesta, por el camino recordó que no sabía bien la direccion.

Se detuvo a un lado para poder comprobar la dirección en su teléfono, cuando de repente se abrió la puerta del asiento trasero y una mujer subió  en el, se quedó totalmente mudo. Elisabeth, recién salida de trabajar monto en el coche que parecía estar esperándola y sin fijarse mucho no se dio cuenta de que no era el uber que había pedido. Eli era una mujer bonita vestida con uniforme de trabajo que le quedaba realmente bien realzando su bonita figura. Abel, sin saber que decir tardo poco en darse cuenta del error de la chica, y pensó que sería divertido seguirle el juego.

Abel pregunto que si podía repetirle la dirección a la que debía llevarla, ella se extraño pero respondió con dicha dirección. Durante el camino abel la miraba descaradamente, mirando la falda de su uniforme y queriendo seguir con la mirada el camino de esas piernas y eli se dio cuenta de eso. Abel detuvo el coche un un aparcamiento de un parque cercano, ella se extrañó y preguntó a lo que él tuvo que sincerarse, le dijo que el no era conductor de uber, pero que nada más verla subir a su coche sabía que no podía dejar escapar la oportunidad, ella se sintió halagada pero se bajo del coche, pero al verse en aquel parque totalmente oscuro le pidió que porfavor la llevase a su casa. Abel sonrió y bajo del coche, la agarró de la mano y le dijo, yo te llevo pero a cambio quiero un beso, eli dudó fugazmente pero lo cierto es que aquel hombre la atraía, le transmitía algo animal que la empujaba hacia el. Aceptó, a lo que abel la agarró firme del brazo atrayendola hacia el y besandola de manera súper bestia,
eso no era un beso, la estaba devorando mientras las manos de abel agarraron sin dudar el culo de Elisabeth, esa forma tan animal de actuar la calentó, de una forma que no habían logrado hasta ahora.

Ese beso fue solo el comienzo, abel sabía que eli lo había disfrutado y ahora quería devorarla entera, agarró su mano y la llevo con el hasta la zona del parque más oscura del parque que pudo encontrar, allí sobre una roca la sentó y siguió besandola mientras recorría su cuerpo con sus manos. Dejó sus pechos al aire, quedando totalmente expuestos los pezones al aire de la noche, estaban totalmente duros, abel se lanzó a comer aquellos pezones duros con total voracidad, primero jugando con su lengua haciendo círculos alrededor hasta dar grandes pasadas de lengua por ellos, hasta que no pudo contener sus ganas y uno de aquellos pezones recibió un pequeño mordisco que hizo gemir a Elisabeth.

Esto indicó a Abel que realmente conectaban, y que no necesitaba ser gentil con ella, bajó besando el abdomen de Elisabeth hasta llegar hasta su coño, ya húmedo y con deseo, y lo comenzó a lamer con su gran lengua de manera frenética, mientras ella se limitó a agarrar la cabeza de abel con ambas manos mientras disfrutaba del sexo oral más intenso que le habían hecho nunca, abel disfrutaba su coño, y lo demostraba usando tanto su boca como su lengua para acariciar cada zona sensible, Elisabeth no pudo contenerse más y tuvo el orgasmo de manera súper intensa mientras el no cesaba en su forma de devorarla.

Abel ya no podía más, y cogiendo a Elizabeth la puso de rodillas y se bajó la ropa dejando ver su polla, Elisabeth soltó un suspiro de asombro, una polla dura como aquella roca en la que se había sentado estaba frente a ella, unos 18 cm, algo más que la media, pero sobretodo gorda como si un vaso de tubo se tratase. Ella comenzó a tocarla, a intentar lamerla despacio pues aquel grosor la abrumaba. Pero abel no quería ese trato gentil, le dijo que así no se comía una polla, cogiendo uno de sus zapatos le quito los cordones y ato las manos de Elisabeth a su espalda, diciéndole que el iba a enseñarle como comer su polla.

Agarró su cabeza por su pelo, y con su otra mano agarró su polla ordenadole que abriera la boca sacando su lengua todo lo que fuese capaz, como si un martillo se tratase dio unos golpes con su polla en la lengua de Elisabeth, que notase lo duro que estaba, para después comenzar a introducir cada centímetro que pudo, cuando no podía entrar más profundo la saco para realizar otro intento, y esta vez logró entrar algo más profundo, cogió la cabeza de Elisabeth con ambas manos para que no se moviera mientras le decía que tenía una carita súper linda, pero que esa boca pedía a gritos que la follase, y comenzó a mover sus caderas metiendo y sacando su polla, follando la boca de eli como si de un coño se tratase, cada vez poniéndose más salvaje y violento, casi logrando meter su polla entera, a Elisabeth se le caían las lágrimas al sentir como le llegaba hasta la garganta, pero su coño estaba empapandose cada vez más, le encantaba ser usada de aquella manera.

Abel sólo sacaba su polla de vez en cuando para golpear esa carita que tan caliente le estaba poniendo, a veces con un pequeño bofetón, otras usando directamente su polla para abofetear a eli.
Cuando Elisabeth ya tenia la cara prácticamente roja y la mandíbula casi desencajada Abel la agarró colocándola de nuevo sobre la roca, levantando sus piernas para colocarlas sobre sus hombros y colocó la punta de su polla en aquel coño empapado y listo para el.
Poco a poco fue metiendo su polla, mientras a Elisabeth se le escapaba un grito ahogado, aquella polla era demasiado gruesa, la estaba abriendo demasiado, pero eso la estaba gustando, y eso abel lo sabía.

La metió centímetro a centímetro hasta llegar hasta la base, y con toda su polla dentro empezó a moverse, sacándola casi entera para después de un empujón fuerte volver a meterla dentro, eli, atada y gimiendo como loca, estaba apunto de llegar al orgasmo con aquella polla cuando, Abel, dándose cuenta, sacó su polla entera, y agarrando a eli del cuello le dijo que si quería que la siguiera follando tenía que pedirlo, a lo que ella suplico de inmediato. Abel, notando que podía moverse sin resistencia alguna comenzó a ponerse más y más salvaje, agarrando a eli del cuello, apretando que ella lo sintiera, la follaba como si fuese una esclava a la que usar a su antojo, sin soltarla del cuello y sin dejar de follarla beso a eli para después ordenarle sacar la lengua y escupir en ella, y a continuación morder su labio para seguir embistiendo como un animal en celo.

Elisabeth había perdido la cuenta de las veces que aquel animal había hecho que se corriera. Abel soltó sus manos y la puso de frente contra la roca, con su culo expuesto para Abel. Agarrando su cintura empezó a follarla en esa posición, haciendo que Elisabeth gritara de gusto, el la agarró con ambas manos del cuello mientras no dejaba de follarla más y más fuerte, apretó su cuello mientras se ponía más y más salvaje, tanto que casi la deja sin respiración, pero en medio de todo aquel sexo salvaje Elisabeth tuvo el orgasmo más fuerte que nunca había tenido, cayendo de rodillas al suelo con las piernas sin dejarle de temblar, momento que aprovecho Abel para poner su polla en su boca una vez más y por fin correrse dejándolo salir todo en la boca de Elisabeth, la cual no dejó escapar ni una gota a pesar de la gran cantidad que salió.

Abel, tuvo que cargarla en brazos hasta el coche y dejarla en su casa, no quiso darle su número ni forma de contactarle, pero el ya sabía donde Elisabeth vivia por si quería volver por sorpresa y follarsela.

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⏰ Última actualización: Aug 11 ⏰

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