Primera sesiónFecha 15/12/2016 , Martes
La doctora Flecher me ha mandado un ejercicio. Uno en el que voy a tener que trabajar durante todo lo que queda de año y en el que voy a tener que escribir cada una de mis visitas. Además del resto de los días.
Hoy nos hemos conocido cara a cara después de una semana de insistencia. No por mi parte si no por la suya. No quería venir, pero mamá me suplico que por favor lo intentara. Así que tuve que acceder a como de lugar, no quiero ponerla mas triste de lo que ya esta.
Al entrar en la habitación y quedarme a solas con la psicóloga me ha invadido el pánico. No quería hablar sobre el tema. No quería hablar en general, así que he optado por que ella hablara primero y yo solo responder. Se ha dado cuenta de mi táctica por supuesto. De modo que no he tenido mas remedio que contar resumidamente los últimos acontecimientos ...
Como había supuesto en aquel momento, Richard no me dejo en paz. El y su sequito se encargaron de que con el pasar de los días el infierno que se había provocado a causa de mi maldita nota se volviera aun mas tedioso. Como pude imaginarme, puso a la mitad de sus amistades y personas de alta popularidad en mi contra. Y pase de ser una simple alumna a ser el blanco fácil de burlas y bromas pesadas que poco a poco eran menos soportables.
John aun no se había enterado de la situación, ya que papa había necesitado de su ayuda para arreglar un desperfecto en una de las obras en el centro de la ciudad. Gajes de ser albañil.
En cambio mamá sospechaba a causa de mi repentina actitud cuando mencionaban algo relacionado con las clases y no tardo en atar cabos.
Pero Samantha siempre estuvo a mi lado, protegiéndome como podía y encarándose a quien fuera con tal de que yo estuviera segura. Y para mi, esos gestos me hacian confiar plenamente en mi mejor amiga, y me daban fuerzas para enfrentar los días con algo de actitud.Excepto un día en el que ella se había enfermado y estaría descansando hasta acabar el fin de semana. En ese instante el pánico se volvió a apoderar de mi.
- ¿Mmm y si me quedo a cuidarte Samy? Hago unas sopas de pollo muy buenas, y podría quedarme viendo esa serie que tanto te gusta...
Le decía mientras hablábamos por teléfono e intente disimular la desesperación en mi voz. Era la hora del almuerzo pero yo ya no iba a la cafetería. Evitaba los lugares con mucha audiencia donde podían reírse a mi costa.
En las ultimas ocasiones, había tenido cinco falta de asistencias sin justificación.
¿Las verdaderas razones?
1- Algún hincapié provocado por alguna de las animadoras el cual había acabado con mi integridad moral y la pulcritud del uniforme.
2- Algún almuerzo volador "accidental" por parte del equipo de rugby
3- Humillaciones públicas por... prácticamente cual quiera.La rubia al otro lado de la línea tosía y se sonaba los mocos con fuerza. Me dijo que le encantaría pero que tenia que acordarme de la clase de arte. Llevaba dos talleres sin asistir, cada ausencia restaba puntos en la nota final y que si se enteraba de que había vuelto a faltar me arrastraría de las orejas y me llevaría ella misma. No tuve mas opción que prometerle que iría.
Aún que no lo pareciera, Samantha con su metro cincuenta asustaba cuando se enfadaba.Cada que escuchaba el timbre de vuelta a las clases, la piel se me erizaba y el estomago se me encogía. Pero ese día quería que fuera diferente, quería disfrutar de una de las pocas clases que me gustaban. De forma que reuní valor, me recogí el cabello en una coleta alta e inhale y exhale tres veces.
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Todo lo que no te dije
RomanceChealse nunca buscó destacar. Vivir en la sombra le daba tranquilidad y pese a que alguna vez fantaseaba con ser algo más que una persona más en el mundo, mantenía intacta su postura. No podía permitirse flaquear y tener algún fallo que la hiciera v...