𝙀𝙇 𝘾𝙃𝙄𝘾𝙊 𝘿𝙀 𝙇𝘼 𝙑𝙀𝙉𝙏𝘼𝙉𝘼 𝘿𝙀 𝙀𝙉𝙁𝙍𝙀𝙉𝙏𝙀 || Finn Wolfhard

03

—¿Y ustedes de dónde se conocen?— preguntó Jack curioso, Emily se encontraba en silencio durante toda la plática.

—Nuestros padres son amigos y bueno, ahora lo vengo a visitar a su casa desde que se independizó— respondió Finn tomando de su bebida —¿Y tú qué tienes?— se refirió a Ava.

Ella negó con su cabeza diciendo "nada", el resto no le dió importancia y siguieron platicando hasta que dieron el timbre de vuelta a clase.
A decir verdad, las clases en Canadá eran aburridas, nada comparadas a lo que Ava ha experimentado en otros lugares.

Al terminar, los chicos salieron esta vez juntos, como en el receso.

—¿Qué harán después?— preguntó Jaeden refiriéndose a los hermanos.

—Yo saldré— dijo Ava texteando.

—¿Con quién?— preguntó Jack.

—Con Aidan— dijo sin más para volver con lo suyo.

—¿Está aquí?— preguntó descaradamente, era obvio que no quería verlo, Ava asintió.

—¿Quién es Aidan?— dijo Jaeden curioso.

—El novio de Ava— respondió Jack.

—No es mi novio— habló Ava rodeando los ojos —es un amigo de Nueva York

Jaeden asintió.

—¿Y por qué no traes a tu amigo a mi casa? Para así pasar el rato y sirve que lo conocemos— propuso Jaeden.

—No creo que sea buena idea— dijo Jack.

—Claro, le avisaré— respondió Ava con una sonrisa para Jack quien rodeó los ojos.

—Bien, nos vemos allá a las 5:00 pm.

......

Finn y Sophia tomaron caminos diferentes a su casa, mientras que Grazer, Ava y Jaeden continuaban a los departamentos.

—¡Malditos zapatos de mierda!— se quejó Ava al recorrer toda la cuadra con ellos, eran nuevos y aún faltaban moldearse.

—¿Qué pasa?— preguntó Jaeden alterado.

—Cosas de chicas— le dijo Jack mirando a su hermana que se complicaba la vida con esas zapatillas.

—¿Podrías dejar de meterte en lo tuyo?— se quejó Ava aún más, mirando feo a su hermano.

—¿Podrías mejor comprarte zapatos que te queden?— le respondió Jack.

—¿Y por qué mejor no ci....— Jaeden tuvo que interrumpir.

—Llevan peleando todo el camino— habló aún más devastado que Ava —¿Podrían parar?

Los hermanos no dijeron nada a petición de Jaeden, manteniéndose en silencio como pequeñas hormigas. Al llegar, Jaeden los invitó a su departamento.

—Les presento mi pequeña casita— dijo entrando.

Los chicos quedaron asombrados ante tantos detalles en su habitación y otras áreas, parecía un lugar minimalista.

—¿No dirán nada?— preguntó Jaeden incómodo por su reacción.

—Es que, ¿Qué decimos?— dijo Ava aún sorprendida —tu casa es fantástica

—Ni siquiera podría salir algo de mi boca al ver esto— respondió Jack en el mismo modo.

Jaeden rodeó los ojos contento por sus reacciones y continuó por ofrecerles algo de tomar.

—¿Té o café?— ofreció desde la cocina.

—¿Qué es esto, reunión de abuelitas para jugar a las cartas?— se burló Jack, Ava le tiró un manotazo —té por favor