Pantalla holográfica principal: Nezu, el consejo y yo hemos estado discutiendo sobre tu petición...
Más pantallas holográficas aparecieron iluminando la sala antes obscura, mostrando rostros de personas algo avanzadas de edad.
Pantalla holográfica principal: ... nos negamos a conceder tu petición, ese monstruo es demasiado peligroso para que esté en las calles.
Los demás ancianos asintieron apoyando al cabecilla del consejo.
Rodeado de todos los hologramas, en medio de todo sentado detrás de su escritorio con sus brazos cruzados y una sonrisa, Nezu observó al cabecilla.
Nezu: conozco los riesgos, sé que es peligroso, pero...
Cabecilla: *pum* ¡pero nada, ya hemos tomado una decisión!.
Un golpe y esas palabras fueron todo lo último que el cabecilla dió para después apagar el holograma, haciendo que el resto hiciera lo mismo, dejando a Nezu en la obscuridad absoluta de su habitación.
Nezu cerró sus ojos soltando un suspiro pesado de su boca, hasta que...
Holograma: yo me haré responsable, Nezu.
El director abrió los ojos aún sin quitar su sonrisa y miró al holograma de un hombre con barba.
Holograma: yo le daré el permiso para usar a ese demonio.
Nezu: jejeje parece que usted si puso atención a mi reporte.
El director colocó sus manos sobre el escritorio sin dejar de mirar al holograma.
Holograma: si, un villano que puede deteriorar incluso personas es muy peligroso.
Cierto, hace unos dias ocurrió un ataque de prensa en la academia, las cámaras de seguridad captaron a un encapuchado que eliminó a uno de los guardias con solo tocarlo después de destruir la puerta de seguridad. Nezu al ver el vídeo captado por las cámaras envíó un reporte con sus superiores, y eso nos trae al ahora.
Holograma: bueno, mañana llegará uno de mis agentes a tu escuela para darte el permiso y sacar a ese monstruo de Tártaros.
Nezu asintió satisfecho, volviendo a quedar solo en la obscuridad de su oficina después de que el anciano se despidiera.
Nezu: bien, ahora... solo a esperar.
El director estiró un poco su mano y tomó una taza con su té favorito, dió un sorbo y suspiró con satisfacción.
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Tártaros.
En lo profundo de una celda totalmente obscura sobresalía un pequeño brillo.
Enfocando bien la vista, se notaba una silueta humana que sujetaba sus rodillas y ocultaba su rostro.
¿?: ahh~... ha llegado la hora...
La voz de esa persona sonaba cansada, levantando la cabeza y revelando su característica más pronunciada por todas las personas que saben de él sonrió mostrando los dientes que se podían ver gracias al brillo provocado por su ojo derecho.
¿?: va a ser... un trato muy interesante...