LA DOCTRINA

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Harry Potter no tuvo que esforzarse para que lo llevarán al ministerio, cuando llegaron a Grimmauld Place, el profesor Dumbledore lo esperaba con una invitación firmada por Cornelius Fudge para que asistiera al que, seguramente, sería su último acto oficial antes de entregar el ministerio.

El director, aunque trató de disimular su beneplácito, demostró con el discurso que presentó a los miembros de la Orden del Fénix, que la ceremonia sería un golpe fuerte a Voldemort, tanto en el ego como en las finanzas, ya que para nadie era desconocido que los Malfoy eran el brazo económico de los Mortífagos.

Ahora, en medio de las personas que trataban de preguntar por los eventos del enfrentamiento con Voldemort, Harry procuró mantenerse cerca del señor Weasley, el mago caminaba con bastante soltura y era ágil para evadir obstáculos, hubiese sido igual para él, sino la mano de Ginny no lo estuviera sujetando con fuerza, la chica parecía agobiada por la multitud y cada vez que se sobresaltaba lo halaba retrasándolo unos pasos. Fue un alivio llegar a la tarima destinada para los actos protocolarios, el Ministro lo recibió con un abrazo posando ante las cámaras —como siempre quiso—, y hablando de un trabajo conjunto que jamás existió.

Harry optó por desviar la mirada, aunque la sonrisa de Percy Weasley no fue una mejora considerable, el chico estaba tan equivocado en sus lealtades que le provocaba lástima.

Potter regresó los ojos al público para buscar a Malfoy, quería ver la expresión en su rostro cuando expusieran el cuerpo de Lucius, según lo dicho por el profesor Dumbledore, sería puesto en algo similar a una cámara ardiente donde las personas confirmaran que el lado de la Luz estaba dando resultados a favor de la paz, luego lo enterrarían en una de las bóvedas del ministerio evitando así que uno de los locos seguidores de Voldemort quisiera hacerse del cuerpo y quien sabe para que utilizarlo, suficiente precaución después de lo vivido por él en el cementerio.

Harry se ubicó donde le señalaron, poco le importaron las preguntas de los periodistas, Ronald, Ginny y Hermione se encargaron de responder con lujo de detalles lo ocurrido el 18 de junio en el departamento de Misterios, para él era más transcendental dar con la platinada cabellera de Malfoy, quería devolverle las burlas que tantas veces le hizo por ser huérfano, se encargaría de decírselas con el mismo tono que él las decía. Su atención regresó cuando Ginny agarró su cara y empinándose le dio un beso en los labios. Suficiente para que estallaran los cuestionamientos sobre el compromiso y la futura boda como vinculo mágico entre los Potter y los Weasley.

Al querer intervenir desmintiendo las suposiciones, Harry escuchó al ministro saludar a los presentes, pidió silencio y compostura por lo importante de la ceremonia. Una vez se callaron, Fudge procedió al discurso que señalaba los triunfos de su mandato sobre la Oscuridad y los males que aquejan al mundo mágico inglés, recalcó la colaboración que prestó al Jefe Brujo Albus Dumbledore, en las acciones que demostraban que el Lord Tenebroso regresó, pero que, debido a un plan, era necesario actuar como lo hicieron, punto esencial para que obtuvieran el triunfo de la Luz con Harry Potter a la cabeza. Cerró el demagógico discurso recordando que siempre debía primar el bien común sobre el particular, y la necesidad de estar unidos en los tiempos difíciles que se avecinan.

Harry cansado de las mentiras, deslizó su mirada sobre el público, demasiadas personas sin rostro definido, hasta que localizó, en frente de todos, la elegante figura de Narcissa Malfoy, vestida de negro y con el velo cubriéndole el rostro. La bruja resaltaba de entre los demás, curiosamente a su lado no vio al menor de los Malfoy, pero si notó como varios hombre y mujeres con hechizos de glamour rodeaban a la viuda.

El ojiverde torció la boca disgustado por haber caído en el reto de Draco, más que lógico que el estúpido hurón no tendría los cojones para acompañar a su madre al evento. No obstante, tuvo que agachar la cabeza para que no se notará la sonrisa de satisfacción por el material, que tan fácilmente le brindaba el platinado para burlarse de su desgracia devolviendo años de insultos.

Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora